La obra se plasma en el encuentro de dos titiriteros, que utilizan esta excusa para comenzar con presentaciones de cuentos, poemas, canciones y fábulas donde el personaje principal es el burro, para transmitir en el público que se puede tener tolerancia a lo diferente.
Durante la presentación con diferentes estilos de títeres, los dos titiriteros narran historias de amor, felicidad, ternura y la lucha constante por defender lo que somos, para que los niños sepan que es malo el maltrato a lo que es diferente y poder aceptar a todos tal y como son, además de también aceptarse y quererse como es.
Al culminar su presentación, los cubanos demostraron estar extenuados por el esfuerzo que representó actuar a los más de los 3.700 metros sobre el nivel del mar, porque ellos vienen del llano tropical, pero esto no se vio en ningún momento durante su presentación, lo que habla bien de su excelente profesionalismo.
Ambos agradecieron al público orureño y demostraron estar predispuestos para la próxima versión del festival Alalao a requerimiento del director del acontecimiento, Jimmy López.
CLAUSURA
De esta manera concluyó el Festival Nacional de Teatro de Invierno Alalao en su octava versión, con la presentación de diez elencos por el lapso de diez días, teniendo una buena respuesta del público orureño, esperando que en la próxima versión esta actividad tenga mayor alcance por el bien del crecimiento cultural del departamento de Oruro.
Durante las palabras de clausura, López agradeció al equipo de trabajo que lo acompañó durante estas jornadas, Marcelo Meneses, Emilio Achocalla y Marcelo Martínez, quienes pusieron el hombro en todas las actividades que continuarán con el apoyo de los gestores culturales del departamento.
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