Más de dos años de trabajo fueron necesarios para la realización de la pieza Llakota Iskayo contemporánea, el textil que dio a su autora, la artista Elvira Espejo, el primer premio Eduardo Abaroa 2013 en la especialidad Tejidos.
La pieza es grande, mide 2x1,60 metros y representa el interés de Espejo de generar una corriente contemporánea en la producción de obras textiles, que permita revalidar la cultura andina.
“Esta es una obra inspirada en un tejido histórico de la región la nación Kara Kara Charcas. Mas no es un trabajo tradicional, es una pieza contemporánea que juega con los colores, las formas y las técnicas existentes”, explicó la artista orureña quien dirige desde hace dos meses el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef). Espejo confesó que su propuesta debía competir en otro certamen dos años atrás. Sin embargo, presiones de su trabajo impidieron completarlo a tiempo.
La obra es compleja. Utiliza una técnica Uno dos uno impar derivada, clasificada como una de las expresiones más complejas de este arte en la región andina. Las fibras utilizadas en el telar horizontal de Elvira Espejo son de lana de camélido y de oveja. “De esta forma tengo flexibilidad con resistencia, a la par que el trabajo sale más fino”, garantizó.
El trabajo también incluyó el teñido de los materiales por parte de la autora. Para esto se utilizaron tintes naturales y orgánicos. En los extremos del tejido destacan figuras geométricas, pequeños rombos, que representan semillas. Es una alegoría mediante la cual la autora demuestra que se “puede ir más allá” en la producción textil que lo que la tradición o la costumbre determinan.
“Aunque tenemos regiones en el país donde se está explorando nuevas técnicas, hay otras que por el turismo han simplificado sus obras. En estas poblaciones no se sale de estilos, mensajes y estéticas básicas y muy regionales con tal de producir en grandes cantidades y venderlas a los visitantes”, lamentó Espejo.
Esto afecta también a los concursos dedicados a este arte, ya que muy poca gente conoce lo suficiente de la producción textil como para evaluar una pieza. “La tarea más dura es para el jurado, que mayormente desconoce los detalles de estas obras”, agregó.
Espejo dijo que la solución a esta problemática está en la educación en escuelas y universidades. “Es parte importante de nuestra cultura y no debe ignorarse”, dijo. La obra Llakota Iskayo contemporánea estará en custodia del Ministerio de Culturas durante un año, al igual que las otras piezas presentadas para el certamen. Durante ese tiempo se la expondrá para promocionarla.
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