El Ensemble Contemporáneo Taky se sumó a las celebraciones del mes de La Paz con dos conciertos denominados Unidos en la diversidad. Las actuaciones de este elenco musical fundado en 2008, permitieron, por una parte, acercarse a este grupo de jóvenes músicos y, por otra, escuchar un repertorio contemporáneo al que muy difícilmente se tiene acceso en nuestro medio.
Sobre lo primero, habrá que dejar dicho que Iván Denes (flauta), André Cusicanqui (oboe), Andrés Guzmán (clarinete), Mi In Chon (piano) y Sofía Ayala (canto) —todos bajo la dirección de Gastón Arce Cejas— dejaron la impresión no sólo de la solvencia profesional en la interpretación de sus instrumentos, sino también de esa particular forma de integración —ese diálogo cercano, flexible y hasta amistoso— que es característico de la música de cámara.
Sobre lo segundo —el programa de los conciertos— hay que destacar de principio la inclusión de Monólogos 3, obra en cuatro movimientos para flauta sola y quena cromática compuesta por Gastón Arce Sejas en 2005. El compositor boliviano intenta transmitir en esta obra una cierta intimidad espiritual ligada al paisaje o la naturaleza. Y lo hace a través de una exploración sonora a la que sin duda aportan en gran medida el color y la textura de la quena cromática.
El flautista Iván Denes tuvo a su cargo la exigente tarea de construir el puente entre el espíritu de la composición y la materialidad sonora de la que pueden apropiarse (o no) los oyentes.
La balada (1958) para piano y flauta del suizo Frank Martin, una obra —como explicó Gastón Arce, quien tuvo la feliz idea de introducir brevemente cada una de las piezas del programa— de gran exigencia técnica, fue otra oportunidad para comprobar las virtudes interpretativas del joven Denes.
Las Blake Songs, para oboe y voz, una obra tardía del inglés Ralph Vaughan Williams sobre poemas del más oscuro de los poetas románticos, William Blake, le dieron pie a André Cusicanqui para mostrar sus dotes en el oboe. Igual oportunidad tuvo Andrés Guzmán con las juguetonas Tres piezas (1919) de Igor Stravinsky para clarinete solo.
Los conciertos del Ensemble Taky muestran la vitalidad —aunque no todavía el público— que tiene la música contemporánea en Bolivia. (Sólo como ejemplos, en junio Cergio Prudencio estrenó sus Cantos insurgentes y desde hace algunos meses los jóvenes músicos reunidos en Casataller vienen realizando una serie de actividades muy participativas en torno a este género musical).
A los conciertos del Ensemble Taky, Gastón Arce —como director y presentador— supo darles, además, una proximidad cálida y amigable, con información y explicaciones breves y precisas que tiende puentes para acercar al público a esta música que suele ser considerada difícil.
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