El artista plástico y presidente de la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos (ABAP) de Santa Cruz, José Peña Ortiz, con un nudo en la garganta, pidió al momento de publicar sus obras, la unidad entre los bolivianos, un mensaje que acongojó a los presentes que se encontraban en la exposición del visitante oriental en el salón de arte "Valerio Calles".
Con los honores que merece, fue presentado este artista cruceño, que sorprendió a quienes lo escuchaban, ya que habló de la integración del país, "yo quisiera que el Ministerio de Culturas sea quien protagonice la integración de los bolivianos", manifestó Peña con un nudo en la garganta.
Peña, un hombre que le impresiona el frío que hace en Oruro, le gusta el trato de la gente orureña, porque son amables y condescendientes, "es una ciudad bonita", dijo.
Asimismo, explicó que sus obras pasan por un proceso complicado de elaboración ya que están trabajadas en base a la cera de abeja y que los trabajos presentados ayer en el salón de arte "Valerio Calles" no fueron la excepción.
El artista, con más de 30 años de experiencia, quiso mostrar algo diferente a su público, en ese entendido se especializó en la técnica del batic, una destreza de origen oriental donde se trabaja con cera caliente.
El proceso se realiza por capas, y para lograr plasmar una figura se pinta por partes, es decir se cubre con un paño los sectores que no se quiere pintar para que no se tiñan.
Luego se saca del bastidor la tela, la misma se pone en un recipiente con el color elegido, normalmente se inicia con los tonos claros, luego se deja secando la pintura para luego recubrir con cera y una vez más se debe realizar el mismo procedimiento en cada color, dejando al final los matices más oscuros.
La práctica de esta técnica no es común entre los artistas, por el mismo procedimiento que se debe seguir, ya que resulta moroso, además que no siempre se obtiene los resultados deseados, pues en ciertas ocasiones salen líneas imprevistas.
Para crear dichas obras de arte, la cera de abeja es un elemento esencial, porque gracias a ella se cubre los sectores que uno no quiere que ingrese a la pintura y luego es retirada con calma.
La temática que presenta en esta oportunidad el artista es de tipo oriental, en sus cuadros se notan los rasgos de mujeres cruceñas con grandes canastas en la cabeza, algunas rodeadas de la fauna y flora salvaje de esta parte del país con tonalidades pronunciadas, característico del oriente boliviano, una de estas obras tiene un costo promedio de 300 dólares.
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