domingo, 15 de marzo de 2015

Jorge Ortiz, el mayor actor

Veinte años atrás sucedió en Bolivia lo que la historia del cine ha denominado “el boom”. El estreno de cuatro largometrajes históricos y el surgimiento de una nueva generación permitió la renovación y el quiebre dentro de nuestra cinematografía. Marcos Loayza presentaba su ópera prima, que en la totalidad de su obra es su mejor película, y entonces Cuestión de fe se ubica como un clásico. En 1995 un actor sobresalía en los elencos de las cuatro cintas, Jorge Ortiz protagonizaría el largometraje de Loayza y participaría en Para recibir el canto de los pájaros, de Jorge Sanjinés. No es esto solo una anécdota, sino un síntoma de que atrás había un trabajo ya iniciado sobre las tablas y en televisión.

Desde aquel remoto año la presencia de Ortiz fue constante en el cast de películas nacionales. Trabajó con los cineastas más reconocidos de Bolivia, como también con jóvenes realizadores, ha dado vida a diversos personajes: de sacerdote (El día que murió el silencio, Paolo Agazzi), a homosexual (El atraco, Paolo Agazzi); de burócrata (Olvidados, Carlos Bolado) a viejo minero aventurero (Los Andes no creen en Dios, Antonio Eguino). También fue parte de producciones internacionales como También la lluvia, de la española Icíar Bollaín.

La fotogenia de Ortiz ha dejado en el cine nacional testimonio de la transición de siglos, su presencia en el inicio del cine digital que dejó atrás la forma clásica de producción, lo hace ser un protagonista de la cinematografía nacional como figura de la reinvención discursiva de los largometrajes bolivianos que hasta 1995 se habían sostenido sobre la herencia de Sanjinés con el cine urgente y la corriente de Eguino del cine posible. El actor entonces es el testigo de una época, es parte de la generación del boom, pero es por sí mismo un referente de la actuación.

Pistas

Poeta

Con un breve paso por la arquitectura como estudiante, su relación con el arte es extensa y diversa. Ortiz es también poeta, tal vez en el sentido más amplio de la definición, y en su bibliografía está Autorretrato acodado (Plural, 2006). Ortiz escribe siempre, en su agenda Tiluchi forrada en cuero, una pieza casi artesanal que complementa la presencia del actor en cualquier momento, en toda situación. A decir suyo, constantemente corrige lo escrito, vuelve a escribir, este ejercicio tiene que tener un valor literario y testimonial que en el futuro debería ser sujeto de publicación.

Guionista

Además de protagonizar la película El juego de la araña y la mariposa, Ortiz es autor del argumento del drama que se perfila como un thriller psicológico. En este ejercicio de texto, la palabra tiene un valor superior a la imagen en la trama, y la sordidez de la historia propicia reflexiones sobre la violencia en sus más diversos niveles al interior de un hogar cualquiera. Con el personaje principal de padre/madre que interpreta Ortiz y la presencia de Inés Copa como la hija, este retrato descarnado de una realidad es la incursión del actor en tareas dentro del audiovisual: productor/realizador y guionista.

Premio Semilla del cine

Como una de las actividades que la Cinemateca Boliviana realiza para recordar el Día del Cine Boliviano, desde 2012, se entregan los Premio Semilla del Cine. En su primera versión el reconocimiento fue para Norma Merlo, en 2013 los galardonados fueron Guillermo Aguirre y Francisco Muñoz. En la pasada edición de los premios quienes se llevaron los honores fueron Ramiro Valdez y Licnio Manay. En 2015, el elegido para recibir el premio es Jorge Ortiz, así se reconoce la trayectoria actoral de uno de los más importantes intérpretes de los últimos años en el cine de Bolivia.

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