Con un poco de imaginación y ganas de practicar el arte que les gusta, los jóvenes pertenecientes al grupo de breakdance denominado Urus B-boys Club (UBC), lograron consolidar algunos espacios para seguir entrenando en el difícil arte del B-boying y de esta manera incentivar a más jóvenes a unirse al movimiento urbano.
Como ya publicamos en meses anteriores, el grupo entrenaba en el ingreso al edificio de Entel, en plena plaza "Manuel de Castro y Padilla", pero con el ingreso de nuevos talentos, niños y jóvenes que quieren aprender el arte del breakdance, ahora entrenan en lugares como el parque Bolívar y la plazuela del colegio "María Magdalena Postel".
El principal impulsor de esta actividad artística en Oruro, José Luis Roque, conocido en el mundo artístico como "B-boy Hunter", aprovecha la arena del parque Bolívar, ayudado con un aparato elaborado con correas de goma y una lona resistente a dar más seguridad a los nuevos danzarines a arriesgarse un poco más en sus trucos.
Uno de los principales problemas que atraviesa el movimiento de B-boys en Oruro, es la falta de apoyo de las autoridades para otorgar un espacio adecuado para entrenar a las nuevas generaciones, además de la vista de muchas personas que todavía no aprecian este arte como tal.
Los B-boys practican un arte sano, acogiéndose al lema conocido de "no a las drogas, sí al deporte", y mientras tengan esta premisa encontrarán espacios públicos para rescatar a más niños de los malos caminos y puedan disfrutar de una actividad sana.
Se intentó varias veces pedir un espacio para la práctica más segura, pero las autoridades no supieron brindar el apoyo adecuado, pero ellos no se rinden y de manera independiente continúan impulsando esta actividad sana.
Este arte es de constante entrenamiento y compromiso de quienes decidan dedicarse, por el momento los B-boys orureños tienen un nivel aceptable, pero se debe intensificar las prácticas para llegar a buenos lugares en los certámenes nacionales.
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