El encuentro comenzó el 7 octubre, con una diversidad de actividades que se dividieron en seis áreas, folklóricas, artísticas, artesanales, teatrales, fotográficas y literarias, las que se cumplieron con exposiciones, coloquios y presentaciones, que colmaron la agenda cultural por toda una semana.
El director del Centro Cultural "Supay", Jorge Enrique Vargas Luza, presentó la actividad como una forma de consolidar al Diablo y la Diablada como un ícono nacional, para que estas figuras sean nombradas junto con Bolivia, cuando se hable del país, pero el festival fue más allá, cuando a través de varios eventos, se pudo aportar positivamente a la cultura orureña.
Son varias las actividades que gracias a los monitores en las diferentes áreas se fueron cumpliendo, como Anita Bayá Hinojosa y Paolo Torrico Córdova en folklore, Jesús Céspedes Mérida en Artes Plásticas, Ruth Escóbar Benic en Artesanía, Jimmy López Daza en Teatro, Oscar Hinojosa Machado en Fotografía y Sergio Gareca en Literatura.
Se presentaron libros, se cumplieron exposiciones de obras de arte y artesanías, además de la tradicional muestra de trajes, caretas y platería, de las diferentes fraternidades que participan con la especialidad de la Diablada en la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, el Carnaval de Oruro.
"Es realmente para valorar el cariño que le tienen los danzarines de la Diablada a Oruro, estamos hablando de la Auténtica, Ferroviaria, Urus y Oruro, que presentaron todo lo bonito que tienen, lo hermoso que puede gustar al pueblo, pero lo más importante es que llevaron su corazón, llevaron sus ganas de mostrar al mundo que el Diablo tiene que ser ícono de Bolivia", subrayó Vargas.
El compromiso de los organizadores, es continuar con la organización de esta actividad que año que viene, crece para el bien de la cultura boliviana, será hasta la versión del 2014, cuando nuevamente se pueda vivir lo mejor que tiene la región en todas sus áreas.
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