viernes, 18 de octubre de 2013

Creatividad y fuerza en esculturas de troncas

Troncos secos, en descomposición e incluso muertos, fueron convertidos en piezas de arte en el “Tercer encuentro de Tallado en Madera”, realizado durante 10 días, finalizará hoy por la mañana, en la Plaza San Francisco, en la que participaron 40 artistas entre talladores, artesanos e invitados de Cochabamba, Santa Cruz, Escoma y La Paz.

Arte en las calles, salir del concepto abstracto de la creación, para vivir junto al público el realismo del acto creativo, fue la premisa de este encuentro organizado por la Oficialía Mayor de Culturas en el mes de “Octubre patrimonial”. La actividad estuvo supervisada por el Lic. Edwin Méndez y contó con el auspicio de varias empresas.

Vivir el realismo del acto de creación es la forma como se puede interpretar las obras de arte que realizaron talladores al aire libre y que de pronto muestra la sensibilidad de los artistas bolivianos.

La convocatoria hecha hace cuatro meses y tiene como resultado el tallado, al aire libre, de 15 esculturas para la ciudad de La Paz. Méndez explicó que esta iniciativa tiene el fin de compartir con la población el proceso de creación desde el diseño, el dibujo del proyecto, avanzar visualizando la obra, paso a paso y culminar con el tallado.

Las temáticas de estas esculturas son la Fiesta de Todos los Santos, Navidad y Alasita, cinco por cada tema. “Este es el tercer encuentro, el primero se realizó en la plaza de la Loba (Obrajes); el año pasado el encuentro se trasladó aquí”.

DURAN ENTRE 15 A 40 AÑOS

Terminada la labor de creación del artista, los troncos podrán vivir entre 15 a 40 años más.

La escultura de Yarmila Laura Montes, denominada “La Sagrada Familia”, en aymara “Qullana: awki, tayka, wawa”, dio este nombre a su obra debido a los rasgos indígenas en los rostros.

A diferencia de otro tipo de actividades el artista no se rige al diseño inicial, y en el proceso se establecen nuevas prioridades, quizá modificar la mirada, una pose en la imagen o dotarle de un nuevo elemento, pero además se trabaja condicionado por la “personalidad” del material.

En el caso de Yarmila, además de lidiar con una infección de termitas, problema que se detectó el cuarto día de trabajo, su pieza le presentó el reto de tener que elaborar los rostros de María y José sobre la superficie complicada de nudos u ojos que se presentan de manera natural en los troncos.

La curiosidad natural de los niños, la visita de turistas, el comentario de jóvenes, pero en especial, la serena mirada de personas mayores fue lo que más captó Yarmila durante los diez días en los que realizó la creación.

Tallados en una sola pieza, el lienzo en el cual plasmó su obra era antes un tronco de algo más de un metro y medio de altura que en su parte superior se dividía de manera proporcional en dos, dando la imagen de una simple “y” griega y ahora es “La Sagrada Familia” en uno de sus momentos más icónicos.

María y José están en un plano elevado observando a Jesús con la dulzura de padres protectores pero Yarmila, quiere expresar otro aspecto; cómo Jesús se aferra, no al amparo de sus padres sino, al mundo exterior, mezcla de curiosidad y su condición divina. En la parte inferior, está aludido el nacimiento y se aprecia la figura de animales como relata en la Biblia.

“Desde muy chica me incline a las artes mudas, la pintura, la escultura, quizá no hablan por sí solas pero tienen mucho poder” explica Yarmila, egresada de la Carrera de Artes Plásticas de la UMSA, con la especialidad de escultora y a la que en este momento le interesa “la figura humana”.

Participaron en el III Encuentro talladores como: Boris Saravia, Yarmila Laura, Roxana Usnayo, Zulma Barrientos, María Zelaya, Raúl Pereira, Raúl Choque, Raúl Alvarado, Féliz Gómez, Herminia Ríos, Javier Gutiérrez, Rubén Mamani, y Mauricio Flores.

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