Después de leer un libro de Mafalda encontró ahí una buena forma de expresar cosas que usualmente no se dicen en la vida cotidiana. Ahora, a sus 30 años, Cecilia ya tiene su propio cómic en el que cuenta las aventuras de Keila y Keisy, personajes basados en las vivencias con sus amigas, un corto de animación y otro corto real.
El largo recorrido
Una serie de animación propia, influenciada por las que veía en Nickelodeon, era lo que que quería, lo malo era que ninguna universidad lo enseñaba.
“Por suerte vivimos en una época genial donde puedes encontrar un montón de tutoriales en YouTube”, explica Cecilia, que estudió Comunicación Social e intercalaba esos estudios con muchas horas de dibujar para mejorar su técnica.
Poder llegar al Festival Viñetas con Altura el 2007 fue uno de sus logros, también el viaje al taller de animación a Dinamarca el 2009 con otros siete dibujantes, de donde salió el corto animado La abuela grillo, que fue exitoso y consiguió importantes trabajos para Cecilia.
De regreso, y al no poder hacer un corto de animación como quería, optó por hacer uno con personas reales, Keila y Keisy: la vaca, un largo y costoso trabajo que le valió ganar el festival de audiovisuales Fenavid en esa categoría el año pasado. Ahora trabaja la segunda parte del mismo corto en formato de animación.
“Tengo la satisfacción de hacer lo que me gusta”, dice la talentosa dibujante. “Me encanta más el proceso que el resultado final, me encanta crear, podría estar dibujando todo el tiempo, incluso creo que así sucede”, recalca. “Nunca me aburro, siempre pasan cosas emocionantes, es como entrar a una dimensión desconocida”, finaliza.
CECILIA DELGADO ÁLVAREZ
Los dibujos de la vida
Nació en La Paz el 11 de enero de 1983. Sus padres son Ruth Álvarez (+) y Hugo Delgado. Tiene dos hermanos. En su blog están sus obras animadas y cómics. “Nos falta crecer todavía, pero mientras uno tenga propuestas, la gente puede sorprenderse con las cosas que tú das”, afirma.
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