El niño que asiste regularmente a clases de baile desarrolla mejor sus facultades memorísticas, de coordinación y concentración, según explicó el director de la escuela de baile “Dance Studio Jazz”, Wálter Albarracín.
Conforme transcurren las clases, los resultados se hacen más visibles. Los maestros enseñan pasos sincronizados que -en breve- forman una coreografía. “El sólo hecho de que los pequeños aprendan la secuencia, imitando los pasos, promueve su desarrollo psicomotriz”, agregó Albarracín.
Otro resultado notable, que valoran los padres de familia, es que las clases de baile dan estabilidad a la condición física de los niños.
“El baile es un buen recurso para explotar los elevados niveles de energía que tienen los pequeños”, destacó el director de la academia de baile moderno “Sport Dance”, Alejandro Melgarejo, quien trabaja con estudiantes de 4 a 6 años, que cursan el prekínder y kínder.
SOCIABILIDAD Más allá de las ventajas físicas, los menores que bailan también fortalecen la confianza en sí mismos y son más sociables.
Esto se debe a que la academia se constituye también en un espacio donde los pequeños se relacionan con personas de su edad y hacen nuevos amigos, argumentó el director de la escuela “Danzando”, Henry Suárez.
Estas y otras ventajas hacen que la danza sea una actividad muy requerida en Cochabamba. Por ejemplo en “Dance Studio Jazz” alrededor de 80 niños y niñas asisten regularmente, asimismo en “Sport Dance” son más de cien bailarines y las cifras son similares en otros centros de enseñanza.
En la ciudad existen ofertas orientadas a niños desde los tres años, sin embargo Suárez recomienda iniciar a los cuatro años de edad ya que es la edad donde ya pueden diferenciar entre izquierda y derecha y controlar sus movimientos, entre otras habilidades.
Ahora que conocemos los múltiples beneficios de la danza, a los padres de familia sólo les queda elegir, junto a sus hijos, el ritmo de su preferencia.
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