Ponen en escena “teatro de papel” muy divertida

Una boliviana que radica en Dinamarca llega con una novedad mundial al Fitaz.
El Arlequín, un diminuto perro amarillo, y otros cuatro personajes hechos de papel actúan en un teatrín en la obra 100 teatros, de la compañía Bogus, que propone, a partir del “teatro de papel”, contar una historia divertida.
La modalidad tiene sus raíces en el siglo XII en Japón, donde se lo conoce como kamishibai (drama de papel), y era utilizado por los monjes budistas para contar sus historias. Este arte trascendió a varios países, como Dinamarca, país en el que la boliviana Malena Orías, de 57 años de edad, actriz y directora de Bogus, aprendió las técnicas de esta alternativa teatral.
Orías, quien en la década del 70 fue actriz en Bolivia, cuenta que hace 15 años que reside en Dinamarca, pero desde 2005, año en que fundó Bogus Teatro, trabaja de forma profesional con el “teatrino”. En la actualidad, dicta talleres en bibliotecas municipales de la ciudad de Santa Cruz.
Una obra para adultos. La puesta, que dura 35 minutos, cuenta la idea “descabellada” de un alcalde que desea construir 100 teatros para así culturizar a la gente, idea que no agrada al obrero encargado del trabajo. También se advierte la soledad a partir de una vagabunda que deambula por las calles en compañía de un perro. “Una ironía es reírse de nuestros políticos y reclamarles también el poco afecto que tienen al arte”, dice Orías.
La directora afirma que el armado de la obra demandó un tiempo de tres meses. “Es muy minucioso el trabajo porque los personajes son elaborados manualmente”. En la puesta intervienen los personajes: él, ella, la vagabunda, el asistente de dirección y Arlequín, y detrás de ellos están Malena Orías y Luis Severich (actor invitado).
El fondo musical es de autoría del maestro Marvin Montes, de la Orquesta Camareta del Oriente (Santa cruz), especialmente compuesto para su estreno.
A decir de Malena Orías, 100 teatros es nada más que un poquito de cada uno, un “juguetito” en el que se muestra lo que cada uno es. “La magia de este tipo de teatro de papel es que es un juguete y como tal le llega a todos. Apela al niño que todos tenemos y al que tendríamos que despertar”.