Ante el éxito obtenido, el Festival Internacional de Música Barroca de la Plata se volverá a organizar en Sucre el próximo año, y a partir de ello, se pretende institucionalizar como una actividad cultural estable que genere movimiento turístico.
Tanto los organizadores como el público coincidieron en señalar que el Festival de Música Barroca fue todo un éxito y que se debe repetir todos los años, por lo que la organización ha asumido el reto de continuar con este proyecto que inicialmente no tenía tantas pretensiones.
Fueron cuatro jornadas en las que 60 músicos jóvenes deleitaron con su arte a centenares de personas que se dieron cita a los conciertos gratuitos en el Salón de la Independencia de la Casa de la Libertad.
Unos impresionaron ejecutando instrumentos como el violín, la flauta, el cello y ante todo el clavecín virreinal que fue desempolvado para la ocasión y en el que se interpretaron partituras valiosas e inéditas que estaban guardadas en los anaqueles de las bibliotecas de Sucre, la antigua ciudad de La Plata.
Otros artistas sorprendieron con sus melodiosas voces en registros vocales difíciles de ejecutar para la mayoría de las personas. El Salón de la Independencia se rindió ante ellos.
“Realmente han sido días maravillosos donde han venido jóvenes músicos de toda Bolivia a mostrar su talento y lo han hecho de la mejor forma y con el compromiso y el amor que tienen por la música”, manifestó el presidente de la Fundación Festival Internacional de Música Barroca de La Plata, Rodrigo Alcoreza.
El público, durante las cuatro jornadas, colmó la Casa de la Libertad reconociendo el talento, el esfuerzo de los músicos premiándolos con cerrados aplausos, en algunos casos por varios minutos y de pie.
Los músicos expresaron su satisfacción por la respuesta del público al proyecto que, por ser el primero de su tipo en Sucre y novedoso, corría el riesgo de no ser valorado.
“Verdaderamente fantástico, como organizadores hemos pensando en un principio en una magnitud del Festival, pero nunca nos hemos imaginado que iba ser tan grande la acogida de la gente y el impacto que iba tener en la sociedad de Sucre”, dijo Alcoreza.
El cierre de este evento cultural se realizó anoche, en el Parque Bolívar, donde la Orquesta y Coro del Festival deleitó a más de un centenar de personas. Las aguas danzantes se movieron al ritmo de las melodías de la orquesta.
NUEVO FESTIVAL
Ante tal resultado, los organizadores no dudaron en comprometerse a continuar con el proyecto que tiene como objetivo redescubrir el legado musical de artistas reconocidos y otros anónimos que escribieron partituras de música barroca.
“Este festival nos ha servido de alimento anímico para poder seguir en nuestras funciones y al año hacer un festival mucho más grande, y si Dios quiere, poder traer ensambles de fuera, de otros países”, manifestó Alcoreza.
APOYO
INSTITUCIONAL
El Festival fue gratuito para el público, y ello fue posible gracias al apoyo de instituciones privadas y algunas públicas, claro que con ello simplemente se cubrieron gastos de organización, mientras que los músicos lo hicieron por “amor al arte”.
La fundación Herrmann, el Banco Nacional de Bolivia, la Fundación del Banco Central de Bolivia, el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, la Casa de la Libertad y el Gobierno Municipal de Sucre fueron algunas de las instituciones que apoyaron el emprendimiento.
“Nos hemos acercado a la Gobernación con el proyecto a proponerles a que se unan a esta noble causa a favor de Chuquisaca y la música; han decidido no hacerlo porque su línea política no les permite, arguyendo que es música del coloniaje”, manifestó el representante de la Fundación del Festival Internacional de Música Barroca de La Plata.
EL CLAVECÍN
VIRREINAL
Sin duda, el instrumento estrella del Festival fue el clavecín virreinal, una de las reliquias construidas en el siglo XVII y que celosamente guarda la Casa de la Libertad. El clavecín fue restaurado por el lutier y músico Carlos Seoane y por la pintora Ana María Fernández.
El instrumento es de estilo rococó y tapa policromada que presenta un paisaje con arboleda, fuente y personajes con vestidura asiática en “chinoiserie” (chinescos) de moda en la sociedad americana del siglo XVIII.
LAS PARTITURAS
La ciudad de La Plata, ahora Sucre, cuenta con la mayor colección de partituras de música barroca virreinal en Latinoamérica, lo que constituye un invalorable patrimonio con gran potencial turístico.
La mayoría de las partituras, permanecen como documentos testimoniales de aquella época sirviendo de referencia sólo a historiadores, y no han vuelto a ser interpretadas, en algunos casos, hasta ahora.
Los manuscritos musicales que se guardan en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia corresponden a partituras particellas escritas y copiadas entre los siglos XVII y XIX para el culto religioso en la Catedral Metropolitana y en el Oratorio del Convento de San Felipe Neri.
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