Con la sonrisa radiante, en señal de un cúmulo de emoción, la mezzosoprana Alicia María Cecotti, quien se encuentra hace cuatro días en la ciudad, expresó su felicidad de estar por primera vez en Bolivia, además de compartir su conocimiento con cantantes líricos bolivianos. Asimismo, del 27 al 29 de este mes dará un concierto en Santa Cruz donde compartirán escenario con el coro Santa Cecilia y otros talentosos solistas bolivianos.
La cantante de ópera, reveló los cuidados para lograr su éxito, las horas de prácticas, su experiencia de cantar con famosos sopranos líricos, entre otros.
¿Qué le gustaría conocer de Bolivia?
A.C.: Me gustaría conocer y escuchar la música boliviana, cruceña, no sé casi nada. Ya que voy a tener la oportunidad de estar acá unos días, voy a darme tiempito para conocerla.
¿Cree que su voz es un don o fue resultado de gran esfuerzo?
A.C.: Tiene que haber un talento o un don, pero eso hay que trabajarlo, trabajarlo y trabajarlo siempre a través de la vida, es trabajo como todo lo que hacemos.
¿Desde cuándo comenzó a cantar Mezzosoprano?
A.C.: ¡Uyyy! Comencé a estudiar desde los 10 años, luego a los 18 años entré al instituto del teatro Colón de Buenos Aires, cuando tenía 21 ingresé al coro y a mis 28 ya estaba como solista, lo que significa, por lo menos 30 años dedicada a cantar.
¿Qué cuidados tiene para mantener esa voz?
A.C.: Es trabajo. Hay que aprender a respirar de una determinada manera, ejercicio de vocalización casi todos los días, estudios de música, cuidarse de no resfriarse porque un resfrío puede derivar a otra enfermedad peor y uno ya no puede cantar. Lo fundamental, es no fumar, eso es malo para cantantes y para los que no cantan también es tremendo.
¿Cuántas horas practica al día?
A.C.: Practicar pero como se debe practicar, realmente se puede hacer una hora y media a dos diarias, después se puede ensayar o hacer muchas cosas, cantando o hay veces sin cantar. Generalmente lo hago en la tardecita o cerca del mediodía, en un espacio cerrado con mi piano, ese es el lugar donde me pongo a estudiar.
¿Cuál considera que fue su mejor presentación en toda su carrera y por qué?
A.C.: He hecho muchas funciones de “El Barbero de Sevilla”, “Carmen”, “El Roll de Angry Moraira”, entre muchos más que es muy difícil escoger una porque todas han sido especiales.
Ha cantado con muchos famosos, ¿A quién destaca por su talento?
A.C.: Conocí a mucha gente, por ejemplo, muchas veces a Plácido Domingo, es una persona encantadora con una memoria prodigiosa, muy entregada a su público. A Alfredo Kraus, es sumamente trabajador, que todo lo que emprendía lo hacía como si fuera la primera vez en su vida. Conocí también a Renée Fleming, una gran soprano y a la vez una mujer simpática. Creo que en la actualidad hay mucha gente que se toma su trabajo muy en serio.
¿Con quién le gustaría compartir escenario?
A.C.: A esta altura de la vida (risas), me encantaría volver a cantar con Renée Fleming, quizás con algún bajo barítono como Bryn Terfel, o con alguien que recién esté comenzando.
¿Qué es lo más difícil de ser Mezzosoprano?
A.C.: Es difícil ser de cualquier cuerda, porque hay que trabajar mucho, prácticamente toda la vida, como un bailarín clásico, como un violinista, concertista de piano, es un trabajo diario como una especie de amor eterno que hay con la carrera.
¿Se siente especial con el talento que tiene?
A.C.: No, pero sí muy privilegiada porque tuve una ilusión y pude cumplirla, además de trabajar toda mi vida de lo que me gusta hacer, eso no es fácil, es realmente una bendición más que sentirme especial.
La trayectoria de Alicia María Cecotti
Nació en Buenos Aires, completó sus estudios en el Instituto Superior del Teatro Colón. Tuvo de maestra a: Sara César, al tenor Carlo Guichandut, Catalina Hadys, realizó cursos con la célebre soprano Cina Cigna. Se ha presentado con figuras famosas como: Sumi Jo, Renée Fleming, Luis Lima, Raúl Giménez, Plácido Domingo, Mirella Freni, entre otros. Fue dirigida por Ivor Bolton, Mario Perusso, Miguel Angel Veltri, etc.
Es difícil ser de cualquier cuerda, porque hay que trabajar mucho, prácticamente toda la vida. Es tener amor eterno con la carrera
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