Los objetos a exhibirse en el llamado museo de la Revolución Democrática y Cultural, el monto de la inversión y su pertinencia son algunas de las observaciones hechas por gestores culturales como Jorge Libera, Alberto Bailey y Elizabeth Tórrez y también por el arquitecto cochabambino Marcelo Leoni.
El pasado fin de semana, el ministro de Culturas, Pablo Groux, explicó que el museo, expondrá los obsequios recibidos por el presidente Evo Morales a lo largo de su mandato y que también reflejará “la lucha de los movimientos sociales y de los pueblos indígenas para lograr el actual proceso de cambio”. Además, oficializó que el Gobierno desembolsará 5 millones de dólares del Tesoro General para la construcción.
Libera cuestionó la finalidad del museo; su alejada ubicación, la elevada inversión considerando que esos recursos pueden destinarse a satisfacer otras necesidades en cultura y educación.
Respecto al presupuesto anunciado, Libera señaló que la población de Orinoca es muy escasa para destinarle esa cantidad de dinero, suma que quizás alcanzaría para construir un museo de las características del Museo Smithsoniano, en Estados Unidos, o podría dotarse al país de bibliotecas virtuales.
“Si vamos a esperar que cada presidente haga un museo de la casa en la que vivía, entonces ‘viva mi patria Bolivia’, ¿no? No se justifica que un presidente aproveche su autoridad para tener un lugar que lo homenajee. Ese dinero podría usarse en algo más urgente como la preservación de lugares patrimoniales de la humanidad como Tiahuanacu”, manifestó.
Bailey, ex secretario ejecutivo de la Fundación BCB, y con amplia experiencia en gestión cultural explicó que un museo, para cumplir esa función, debe recoger elementos valiosos producidos por una colectividad, debe ser accesible y los objetos que se expongan deben cumplir con reglas museográficas. “Yo espero que el museo que se proyecta cumpla esos tres requisitos”, dijo.
Tórrez, directora del Centro Simón I. Patiño, dijo que según el concepto contemporáneo se pueden hacer museos en torno a una variedad de objetos, inclusive un museo se puede desarrollar también en base a objetos con contenido sentimental; “pero el objetivo del museo es el pedagógico, entonces uno tiene que salir informado y también con un conocimiento adquirido”.
“Me parece que puede servir para que alguna gente conozca (Orinoca); sin embargo, no conozco el contexto de los regalos y cuán beneficioso podría ser (conocerlos) para el visitante”, manifestó.
En cuanto a la metodología, Leoni, quien es miembro del Comité de Preservación de la Coronilla, hizo notar que todo proyecto, ya sea un camino o un museo, debe responder a una necesidad que tenga que resolverse.
Hasta el momento no fueron se conocen las características técnicas del proyecto.
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