jueves, 11 de diciembre de 2014

Baldivieso, el artista sin filtro de la nueva rebeldía juvenil



Ramiro Baldivieso Castillo (28), oriundo de Tarija, posee una galería de arte singular, lleva el nombre de La Bifurcada. Si bien es un bar donde el rock fluye tanto como los licores, éste también funciona como mostrador de arte para su creador.

Las paredes decoradas con cuadros de Baldivieso poseen imágenes ya conocidas en el mundo del arte y mensajes subversivos. Se trata de arte pop, una corriente ya muy conocida en el mundo.
Entre los cuadros de Baldivieso se muestra la imagen de Robert De Niro sujetando sus pistolas en la película Taxi Driver. Los diseños del artista subversivo ya son conocidos en galerías que están en la web, Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.
El arte pop es su inspiración y está demás decir que este tipo de arte no sólo se pinta en cuadros sino que también recorre el mundo en poleras, decoraciones de locales, paredes y otros.

El éxodo del artista
Antes de contar la historia de cómo inició su carrera artística, Ramiro Baldivieso toma un shot de jägermeister (licor de hierbas con 35% de alcohol), aclara la voz, destapa una cerveza, coloca la canción de Kasabian Fire y relata.
Cuenta que cuando estudiaba Ingeniería Informática y Tecnologías de Internet en la universidad, en una materia le pidieron que diseñe una página web; así nació la página tarijarock.com, ésta tuvo buena aceptación por el año 2006 y con ella consiguió bastante publicidad. Fue entonces que decidió dejar la universidad.
Gracias al éxito de la web una oferta laboral lo llevó a Santa Cruz. “Fui contratado por una empresa de marketing sin haber diseñado jamás un afiche, comencé a diseñar para marcas como Bingo Bahiti, Burger King y Tigo”, revela.
Pasó el tiempo y sus creaciones ya podían ser apreciadas en las calles cruceñas. Todo su arte estaba orientado al marketing y concluyó que “trabajar en esas empresas fue su mejor universidad”.
Con el trascurrir del tiempo Baldivieso creó cierta fama. A raíz de sus diseños comenzó a ser reconocido a nivel nacional. Lo invitaron a formar parte del festival de música electrónica La Paz Marka, puntualmente para realizar el diseño de arte del gran festival. “Fue la primera vez que un tarijeño participa y es invitado al evento”, afirma.
Luego logró una oportunidad para exponer en la Escuela de Bellas Artes en Tarija, por lo cual decidió marcharse de Santa Cruz y retornar, motivo que marcó un gran hito en su vida artística. Posteriormente, Ramiro trabajó para varias empresas de renombre en Tarija y en eventos importantes como La Vendimia.

Un divorcio de la publicidad y el marketing
“Con mi hermano y un amigo salíamos a escribir nuestros nombres, una mala palabra o una frase de canción de Sumo, ahí comenzamos a utilizar el arte generando impacto, crecía nuestra movida y hacíamos cosas más inteligentes”, cuenta, mientras juguetea con sus manos agarrándose las piernas.
Baldivieso comenzó a utilizar el arte para decir cosas sin filtro, expresar, según su criterio, lo que nadie más decía en Tarija. En si lo que busca es libertad de expresión, mayor tolerancia en un mundo en el que un homosexual sea capaz de besar a su pareja libremente o salir del encierro artístico de pintar una “chapaquita o un paisaje”.
Fue en su búsqueda por la libertad que encontró a un enemigo con el cual dormía y lo había seducido por años, se trataba del marketing. “Hay una realidad que te ocultan, que el marketing te oculta, tus padres y la misma iglesia. El mundo no sólo es belleza, sino también hay una capa de dolor, se puede criticar al mundo pero con belleza, eso permite el arte” explica mientras apura un vaso de cerveza a su boca.
Después de decidir dejar el marketing por lo que éste hacía con su arte, que en su opinión no era más que manipular los deseos y lavar cerebros de personas, decidió involucrarse en proyectos más personales. “Es un negocio sucio que lo que hace es engañar a las personas, jugar con sus deseos y les promete ideales frívolos. Prefiero regalar mis ideas e inspirar ideológicamente a las personas en vez ayudar a vender hamburguesas o ropa, prefiero hacer lo mío que ayudar a otros hacer lo suyo”, dice con tono molesto.
En base a esta forma de pensar Baldivieso se despojó del trabajo de diseñar para empresas, compañías y políticos. Ahora confiesa que se siente un poco avergonzado por haber trabajado para personajes tan materiales; sin embargo también reconoce que sin esto no conocería la realidad y mucho de su arte no lo hubiera hecho.
“Es una pena porque el marketing y la política roban a los mejores artistas para lavar cerebros de personas, para que la gente sea conformista, para que compre, para que vote. El artista no está dando belleza al mundo, está dando inseguridad. Está utilizando una mujer linda para vender un auto; eso no es arte eso es un negocio”, asegura.
Añade que al darse cuenta de todo, logró juntar dinero e invertir en un bar. Según él, esto le quitó un poco el mal sabor de boca que le dejó el vender sus ideas a gente frívola y trabajar ocho horas para alguien más.
El nacimiento de La Bifurcada marcó un hito en su vida que cambiaría su arte para siempre, puesto que tendría por primera vez un espacio donde podría mostrar sin cesura todo su trabajo.

El arte digital se expande
Baldivieso define el arte digital como cualquier pieza artística que se obtiene a través de medios electrónicos como hacer una canción con un Game Boy (juguete portátil electrónico creado por Nintendo) o pintar un cuadro con un ipad; sin embargo dice que el arte no utiliza sólo estos medios para crear, sino también emplea medios análogos como pintura, aerosol, lápiz, oleo, revistas y cartón.
“En este momento estoy conectando los puntos, he sido diseñador gráfico, vándalo, marketero y amante del arte. Ahora estoy produciendo piezas que juntan todo eso, piezas que incluyen grafiti y serigrafía, en sí, piezas en las que todo lo que he vivido tiene sentido. Todo lo que he aprendido está siendo plasmado” explica.
El arte Pop de Baldivieso está inspirado en artistas callejeros como Bansky, también en el surrealismo de Salvador Dalí y grandes consagrados como Picasso y Da Vinci. Pero a esto se suman Jesús, Johnny Deep, la madre Teresa de Calcuta, Bruce Lee y otros personajes destacados. Los últimos son utilizados para componer o descomponerse en el arte que propone.
A los cuadros se suman frases que se volvieron conocidas en distintos medios como “no sé lo que quiero, pero lo quiero ya”, “qué va decir la gente”, entre otras más fuertes. Todas ellas son utilizadas por el artista pop de la rebeldía.
“La gente tiene mucho respeto a su trabajo, a sus horarios, a una realidad que no merece respeto por una condición que los esclaviza. Con el arte pongo en duda sus deseos, sus ideales su estructura cuadrada repetitiva, a través del diseño gráfico puedo mostrar una frase con imagen, una poesía con imagen, un arte revolucionario”, explica.
Cuenta que el internet lanzó las ideas de la revolución juvenil a varios países extranjeros y así revela que ha vendido diseños en Estados Unidos, España, Alemania, Grecia y en toda Bolivia. Ahora sus diseños decoran locales y son también utilizados como logos de poleras, inclusive como papel regalo en tiendas del extranjero.
Sin embargo, afirma que como diseñador no sólo se detiene en el arte, sino también ha diseñado alrededor de 15 tipografías que las regala gratuitamente en la página dafont.com. La más famosa y utilizada es “come callado”, que figura en el libro tipeseing que muestra las tipografías de todo el mundo. “Como callao” es la única de Bolivia que reúne los requisitos para ingresar en la mención, actualmente es utilizada por muchas empresas de marketing y sitios web.
Ahora se encuentra produciendo una colección de 40 piezas que serán reveladas el 2015. Según cuenta se trata de nuevos mensajes de arte pop. El trabajo está en el 80 por ciento; sin embargo muchos diseños ya están siendo exhibidos en internet y cuenta con clientes en Grecia, EEUU y Bolivia. Planea hacer una exposición por el país y después salir al extranjero.
“Saldrá toda una línea de nuevos cuadros con nuevos mensajes sin perder esa línea anarquista de desafiar la autoridad, buscando que la mente del loco sea valorada, las ideas son libres y siempre hay que dejar eso claro”, dice con seguridad.
Ya sea por medio de internet, La Bifurcada o en galerías Ramiro Baldivieso le declaró la guerra a la monotonía, a las ideas cerradas, a la falta de creatividad y a los pensamientos tradicionales que según asegura “estancan la cultura”. De cualquier forma la irreverencia de sus expresiones marcó toda una corriente en la web, aunque en Tarija es poco conocido.
“Veo a una sociedad que vive para acumular dinero, no experiencia ni felicidad menos conocimiento. Ahora el dinero es el nuevo dios, pero no mi dios aunque sí sé que existe, le doy el uso correcto para mí, utilizo el dinero para hacer arte y no al revés” finalizó.

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