domingo, 16 de noviembre de 2014

Apasionado por el origami

El origami es un arte oriental que puede tener una aplicación práctica en la robótica, pues diseñar extremidades adecuadamente proporcionadas, que posibiliten un movimiento sin rozamientos con otras partes de los cuerpos mecanizados es una posible aplicación básica, explica a Miradas Richard Ojeda Soto, cuyo interés por este arte despertó al estudiar ingeniería electrónica, hace seis años.
Ojeda egresó de la Universidad Tecnológica Boliviana en 2013 y ahora busca aplicar sus técnicas de plegado de papel para elaborar una tesis que ayude a los ancianos. El origami da relajación e implica un trabajo manual, por lo cual puede prevenir la senilidad y la artritis, afirmó.
Un arte
"(El origami) es el arte de plegar una figura en papel sin necesidad de hacer cortes de tijera ni utilizar pegamento”, añadió.
El nombre proviene de dos palabras japonesas (ori= plegar y kami= papel) y se practica desde hace al menos dos siglos; antes se plegaban figuras sencillas, pero en la actualidad se hacen figuras más complejas, según el especialista.
Ojeda conoció el origami cuando tenía ocho años de edad y asistía a la escuela Emeterio Villamil de Rada en Miraflores, en La Paz. En ese establecimiento tenía una maestra llamada Marcela quien enseñaba a plegar figuras a sus alumnos, entre ellas una grulla.
A pesar de que se trataba de una figura básica, afirmó Ojeda, nunca pudo replicarla. "Jamás pude hacerla, no entendía el método que ella seguía”, contó a este medio.
La obsesión duró casi un año, tiempo en el cual intentó reproducir el diseño sin éxito. "Llegaba a mi casa y arrancaba todas las hojas de mi cuaderno; me gané grandes regaños de mi mamá”.
Luego de varios meses obtuvo una figura parecida a la grulla de su maestra, pero no estaba plenamente satisfecho y casi al cumplir nueve años dejó de plegar papel.
El interés por este arte japonés retornó cuando Ojeda ingresó a la carrera de Ingeniería Electrónica de la Universidad Tecnológica Boliviana -de la cual egresó el año pasado-, que eligió por una tradición familiar, ya que su abuelo era técnico electrónico, que también es la especialidad que tiene su padre.
"Es trigonometría, es cómo encontrar los puntos internos”. "El origami es la sumatoria de los ángulos internos de un papel”, explicó al recordar que en su carrera universitaria, materias como álgebra, cálculo, trigonometría, pero sobre todo geometría analítica, revivieron el interés que tenía por el arte japonés.
Así comenzó a buscar diseños básicos en internet y conoció diferentes técnicas. Una de las primeras figuras que plegó fue un dinosaurio a la cual siguieron otras que encontraba en flickr.com y otros sitios.
diagramas propios
Hace tres años le sugirieron que como dominaba las técnicas de plegado le convenía crear diagramas propios. En el tiempo que ya practicaba entabló contactos -vía internet- con miembros de la Asociación Española de Papiroflexia (AEP), quienes le invitaron a enviar sus diseños para publicarlos en su boletín trimestral llamado Pajarita.
Al principio el plegador no sabía cómo mostrar sus figuras y elaboraba sus diseños en cuadernos a mano alzada. Luego aprendió a diseñar en Freehand "a la fuerza” y cada noche, al menos por tres meses, practicó de manera autodidacta con tutoriales que conseguía en la red. Además de Freehand, ahora también utiliza Adobe Ilustrator.
El proceso de diseño comienza al identificar un modelo para replicar, del cual aprecia todas las características, para luego plasmarlas en un boceto sobre un papel. Después traza líneas de referencia y forma una especie de esqueleto y comienza a doblar sumando ángulos.
El diseño le puede tomar unas dos semanas, sin incluir la diagramación en los programas de diseño gráfico. Y a un aficionado le puede tomar seis horas hasta obtener la figura final.
Para Ojeda, el mejor papel para practicar origami es el madera, porque es fácil de manejar y tiene un bajo costo. También está el papel kraft que es adecuado cuando se pinta una cara, y así obtener una figura de dos colores.
Primera publicación
El primer diagrama que publicó fue el de una gorra de beisbol, que salió en la edición de diciembre de 2012 de la revista española. Luego de ver plasmado su nombre en la edición pensó que podía lograr más y comenzó a diseñar más modelos.
Otra satisfacción que tuvo fue ver que los editores de Pajarita, en su número 123, utilizaron el diseño realizado por Ojeda de una paloma como portada.
Hasta la fecha, las creaciones del inquieto artista han sido publicadas en siete entregas del boletín español; y en dos entregas de la Convención Origami Argentina, celebradas en Rosario (2010) y Buenos Aires (2012). Todo este material fue mostrado a Miradas por el inquieto y orgulloso artista.
Pero su logro más reciente, recalcó, fue la publicación de las figuras de un coyote y un toro en la que considera la segunda revista más importante del mundo llamada Drawing Origami de Francia.
Los editores de esa publicación le pidieron sus modelos más complejos y Ojeda envió los diagramas del toro, pero luego le pidieron también los del coyote.
Para contactarse con artistas de países de habla no hispana, Ojeda tuvo que aprender de manera autodidacta inglés, que también le sirve para leer sobre técnicas de origami, pues en estos años, por sus participaciones en las publicaciones ha recibido numerosos libros editados en ese idioma, muchos de los cuales provienen de Japón, la "cuna del origami”.
Sueños y ambiciones
Luego de publicar en Drawing Origami, ahora el artista ambiciona con publicar un libro con sus propios diseños, para lo cual necesita al menos 24 modelos inéditos, correctamente diagramados.
Y otro objetivo que tiene consiste en seguir enviando diseños a Pajarita, al menos hasta completar un número de 20 diagramas. Asimismo sueña con publicar un diagrama en Tandeidan Magazine de Japón, que según explicó, es la revista de origami más prestigiosa del mundo.
Cuando se mandan diagramas -que deben ser elaborados en Freehand, Corel Draw o Adobe Ilustrator- los editores de la revista revisan que todo esté perfecto, bien plegado, que sea entretenido, que haya una buena explicación en inglés o en el idioma que uno prefiera y muchos más detalles, explicó Ojeda.
"(Participar en Tandeidan) básicamente es como un reconocimiento mundial, es como (ganar) la corona del origami”, añadió. Por ello continúa trabajando arduamente para lograr sus objetivos.
"Pienso que cada figura se tiene que hacer bien y tiene que representar lo que eres como artista”. "Si yo he plegado una figura quiero que tenga todos los detalles posibles y que se vea excelente, porque básicamente es esa figura la que me representa”, concluyó, al señalar que para practicar este arte, solamente se necesita paciencia y una hoja de papel.



Entabló contactos con miembros de la Asociación Española de Papiroflexia, quienes le invitaron a enviar sus diseños.

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