Wilancha Age es una instalación interactiva que cuestiona la globalización y que fue creada por Juan Fabbri, artista y antropólogo boliviano. El autor mostrará su obra, como parte de la delegación boliviana en el Primer Encuentro Mundial de Artistas Jóvenes en Nottingham, Inglaterra, del 6 al 15 de septiembre de este año.
El autor comenta que es una obra interactiva en base a objetos comunes y que también es una propuesta desde la antropología visual donde habla sobre la wilancha de una manera plástica.
Sobre este tema el artista comenta: “la wilancha es un ritual de sacrificio de llamas que se hace en el mundo andino, en particular en los pueblos llameros, es una ofrenda a la Pachamama”.
descripción de la obra.
Fabbri expresa que la obra tiene
tres elementos principales, una cinta transportadora que lleva maletas en los aeropuertos, dos puertas de detectores de metales, semejantes a las de las terminales aéreas y un cubo de lana de llama que es una abstracción que representa a la wilancha.
El portal wilanchaage.wordpress.com describe que el cubo de lana de llama se encuentra en un movimiento circular perpetuo en la réplica de la cinta para equipajes. Cada vez que pasa bajo la puerta de seguridad, la alarma de denegado se activa. Por la segunda puerta pasa el espectador, el cual a veces es aceptado y otras veces denegado.
El resultado de una investigación antropológica. El también antropólogo cuenta que la instalación es el resultado de un trabajo etnográfico en Pampaullagas, al sur de Oruro en 2010. La obra propone pensar en lo que excluye el paradigma de la globalización. “Entiendo y cuestiono la globalización como aquel paradigma que parece inevitable y al cual nos tenemos que someter sin pensar lo que perdemos, y también dudo de la pertenencia de la globalización como un fenómeno propio o endógeno de países como Bolivia”, afirma el autor en su dossier.
El artista aclara que esta instalación busca expresar cómo las tradiciones distintas a las de Occidente son impensables para el mundo creado por y para el Occidente. Una de estas tradiciones es la Wilancha, ritual vital en la cosmovisión de los pueblos andinos (aymaras), sin embargo, desde la mirada occidental este acto es impensable o primitivo al contener entre sus elementos rituales el sacrificio de matar un animal, la llama. A través de la Wilancha, el antropólogo defiende la idea de exclusión de las artes indias en la historia, pues afirma que otros profesionales de esta disciplina argumentan que solo para Occidente el arte estuvo aislado de otras prácticas, en cambio, para diversas culturas estas manifestaciones son parte del ritual.
“Quien juzga la tradición es quien impone una forma de vida; la destrucción de las tradiciones parece indudable en Bolivia es en este contexto donde el arte puede aportar desde la fantasía, desde la imaginación, de que se pueda vivir un mundo con respeto a las diferencias culturales” expresa el artista.
Las imágenes son polisémicas y dinámicas desde la visión de Fabbri. “Sobre las imágenes, creo que son polisémicas y dinámicas; si la palabra ayuda a precisar y a limitar, la imagen expande y difumina. Prefiero creer al igual que los primeros artistas rupestres que la creación de imágenes es una forma mágica- simbólica de transformar el futuro”, explica Fabbri. El autor se formó como antropólogo en la UMSA y como artista en talleres de Marco Ferreira, Rodrigo Bellot y Roberto Valcárcel.
3 departamentos bolivianos son los que recorrió esta obra: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
2010 Es el año en que se realiza la investigación que dio como resultado esta instalación.
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