Cinco artistas plásticos orureños exponen en forma colectiva obras con temas relacionados al Carnaval de Oruro mostrando la realidad social, algo de minería y ficción recordando la Revolución del 10 de Febrero de 1781.
La muestra puede ser apreciada en ambientes del Museo de Arte Contemporáneo "Plaza" en la ciudad de La Paz, hasta el 22 de febrero.
El orureño por naturaleza lleva consigo, donde quiera que vaya, el matiz del folklore y como era de esperarse en esta época llena de actividades dedicadas al Carnaval, los artistas no quisieron ser indiferentes, así que promocionan la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, en un estilo algo diferente.
Los artistas plásticos Jaime Calizaya, Alberto Valdez, Taré Coria, Raúl Vásquez, Freddy G. Funaro, son los cinco amantes de su tierra que presentan sus obras en el Museo de Arte Contemporáneo "Plaza" en la ciudad de La Paz.
Cada uno muestra su estilo y característica en los lienzos, diferentes a simple vista, pero con una sola intención, promocionar los valores artísticos que nacen y se forman en la cuna de la cultura boliviana, Oruro.
Taré Coria, hace una mezcla de realidad y fábula, resaltando el misticismo del Carnaval de Oruro con la figura humana femenina, fundamentalmente en su expresión natural y seductora.
Raúl Vásquez, plasma en sus lienzos, lo característico de una ciudad minera, hombres fuertes, derrotados por los efectos del alcohol y sumidos ante el poder que representa el dinero.
Alberto Valdez, por su parte, muestra su habilidad para crear detalles finos, esto es más notorio en un fresco del Papa Juan Pablo II, donde los detalles de su investidura y el carisma que tenía Su Santidad, se muestran en su obra titulada como el Beato.
Freddy G. Funaro, sin embargo pone en sus obras un toque angelical, retratando en su mayoría a niños quienes luego son presentados con alas y una luz blanca. Entre sus trabajos también se puede encontrar un hombre cabisbajo que modela su dorso; el artista le dio un efecto de transparencia donde se puede mirar como los pulmones de este minero son afectados por el mineral absorbido, y en sus hombros lleva la bandera boliviana, como símbolo del sustento de la economía del país.
Jaime Calizaya, más audaz con el pincel, crea figuras geométricas que dan como resultado un llamativo cuadro de objetos o personajes que se encuentran escondidos en los colores entremezclados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario