Desde hace varios años el Ballet Folklórico Nacional, dependiente del Estado, tiene sólo siete ítems, la mayoría para personal docente y administrativo, pues 32 de los 35 bailarines del elenco trabajan gratis.
“El último año y medio, desde que asumí, hemos trabajado con siete ítems, de los que sólo tres son para bailarines”, explicó el director Jaime Méndez. Después de más de seis años de inactividad, hace una semana el ballet volvió a escena con la obra El minero, que se presentó en el Teatro Municipal.
Los ítems destinados a la administración fueron repartidos para dos maestros, que se encargan de capacitar a los bailarines; un técnico, que dicta clases de rítmica, y el director.
Los otros tres corresponden a los bailarines con mayor antigüedad. “Sería ideal que el ballet tenga más de 20 ítems para consolidar un elenco estable. Por ahora estamos capacitando a los bailarines nuevos y éstos trabajan ad honorem o de forma voluntaria”, dijo Méndez.
El elenco, que está al cargo del Ministerio de Culturas, fue fundado el 16 de abril de 1975 -en los próximos días cumplirá 38 años- con la misión de promocionar la danza folklórica boliviana en el exterior.
Los 35 danzarines -18 mujeres y 17 varones- que componen la compañía fueron seleccionados el año pasado entre más de 160 postulantes. “Sería oportuno que al cumplir los dos años de formación y capacitación estos jóvenes accedan a un ítem”, dijo Méndez, experimentado balletista y coreógrafo.
“Es un orgullo formar parte del ballet, más que todo participo por pasión porque los bailarines no recibimos ningún tipo de apoyo económico”, contó Diego Miranda, de 20 años.
De igual forma su compañera, Daniela Vásquez, contó que en varias ocasiones tuvieron que pagar y confeccionar los accesorios de sus trajes.
“Sería bueno que el Ministerio de Culturas ofrezca más apoyo a nuestro elenco, porque representamos al país”, aseveró.
Además de la falta de ítems, otro de los problemas del elenco es su actual infraestructura. “Estamos en un espacio muy reducido y que no es apropiado para 35 bailarines”, explicó Méndez.
Hace unos meses, el ballet cambió de sede al primer piso del edificio Aguirre , en la calle Potosí. Su anterior estudio estaba en la Escuela de Ballet Oficial, pero tuvo que desalojar el espacio porque ahora éste es administrado por el Ministerio de Educación.
Consultado acerca de esta situación, el ministro de Culturas, Pablo Groux, explicó que por ahora una de sus prioridades es conseguir una infraestructura para este ballet.
Sobre los ítems, la autoridad dijo que “ésa no es una prioridad”. “Creo que la solución no son ítems, sino proyectos como los que trabajamos con la Orquesta Sinfónica y el Coro Sinfónico. Queremos trabajar de esa manera con el ballet y no creo que la solución sean los elencos permanentes”, sostuvo.
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