Las paredes de las calles fueron lienzos y soportes de expresión de al menos una treintena de obras realizadas por artistas nacionales e internacionales en la II Bienal de Arte Urbano (II BAU) realizada en Cochabamba.
Durante casi un mes, y hasta el 14 de abril, las zonas Villa Coronilla y Gerónimo de Osorio, al sur de la ciudad de Cochabamba, fueron el epicentro de las intervenciones artísticas en las que mediante murales de gran formato se abordaron temas ambientales, culturales y de género.
El trabajo de los artistas bolivianos de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba se sumó a otros de invitados de Chile, Colombia, Perú, Italia y Ecuador.
En muchos casos y tras un intercambio de ideas con los vecinos de ambas zonas, los artistas modificaron sus obras iniciales y lograron -entre otras cosas- que los vecinos ofrezcan las fachadas de sus casas para tal fin.
Así, la naturaleza en manos de una mujer, a través de los animales, y también figuras como el Che Guevara o el fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez formaron parte de los murales.
Pero además la II BAU dio lugar a intervenciones y acciones urbanas, en las cuales los árboles tuvieron “ojos”. Con ellos observaban a transeúntes y la cotidianidad de la ciudad. Además, en ambas zonas, fueron exhibidas estatuas intervenidas emocionalmente, parquímetros convertidos en personajes cómicos y obras de danza.
Uno de los principales objetivos fue que la vía pública en su conjunto pueda tener otro significado y así “ser transformada y puesta en juego para transmitir narrativas de nuestro cotidiano transcurrir”, según señalaron miembros del Proyecto mARTadero, encargado de la organización del evento.
Uno de los aspectos más importantes de estas zonas, que forman parte de las Organizaciones Territoriales de Base, es que se ubican en él área más artística de Cochabamba. Allí se encuentran la academia de música Man Césped y el Proyecto mARTadero y por ello se buscó potenciar su atractivoz.
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