Eduardo Rodríguez Campadello, director del Conservatorio de Música Teófilo Vargas, acaba de llegar de Viena - Austria, luego de un mes de intensa actividad como docente “masterclasses”, en el Richard Wagner Conservatory.
Una experiencia a la que pocos bolivianos podrían acceder; puesto que para ello se requiere de amplia formación profesional en el medio musical.
“Es muy gratificante poder estar considerado un maestro a nivel internacional y que puedo compartir mi preparación y nutrir mi aprendizaje” enfatiza el músico, a tiempo de asegurar que la educación es uno de los campos en los que se desenvuelve con mayor satisfacción.
“Enseñar es lo que más me gusta en la vida y es una de las razones por las que yo vivo y trabajo en mi país”, asegura Rodríguez.
Es que este profesional cuenta con varias propuestas del extranjero para poder cambiar de residencia y dedicarse a la docencia.
“A pesar de que es un orgullo... tengo múltiples proyectos en Bolivia que benefician a toda una nueva generación y por el momento no es algo que deba considerar. Voy a seguir viajando unas dos o tres veces por año, pero no me iré”, comenta Eduardo Rodríguez.
Todos estos proyectos forman parte de su expectativa personal y profesional, puesto que... “considero que Bolivia es un país en el cual se puede mejorar la calidad de enseñanza en el área musical; pero eso se debe hacer desde las bases, solo así podremos tener una nueva generación de músicos”, enfatiza.
Asimismo, el maestro está preparando una grabación profesional con la Orquesta de Cámara de la Universidad del Valle, con un repertorio de música nacional.
“La idea surgió del Rector de la universidad, porque este material será nuestra carta de presentación al mundo”, añade.
Un material que será presentado antes de culminar el año, para lo cual los músicos de la Cámara se están preparando arduamente.
“Posiblemente se realizará un concierto de presentación al público”, concluye.
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