domingo, 20 de mayo de 2012

Los conflictos sociales cobran una alta factura a museos y galerías de La Paz

En el último mes, visitar los museos y galerías de arte ubicados en el centro de La Paz fue casi una misión imposible.

Las protestas, que movilizaron a miles de personas durante casi todos los días hábiles de este periodo, obligaron a estos espacios a atender intermitentemente, cerrar jornadas enteras y, en algunos casos, suspender las visitas escolares diarias o reprogramar exposiciones y eventos, entre otras medidas.

Y como en la sede de Gobierno la conflictividad social es habitual, esta problemática suele ser recurrente año tras año.

“Cada vez que hay marchas la Policía cierra el acceso al museo, pues debe resguardar la plaza Murillo; por eso la gente interesada en visitarnos descarta la idea”, comenta Edgar Arandia, director del Museo Nacional de Arte, ubicado en la calle Comercio.

Similar es la situación d el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (MUSEF) que, a diferencia del anterior, en estas últimas semanas decidió cerrar sus puertas porque la calle Ingavi, donde se encuentra, fue el centro de concentración de los manifestantes.

“Al verse impedidos de ingresar a la plaza Murillo, los marchistas se reúnen en nuestras puertas y es aquí donde, por lo general, se dan los enfrentamientos”, explica el director del espacio, Ramiro Molina.

Ni hablar de la galería municipal de arte Cecilio Guzmán de Rojas, de la calle Colón. “Las últimas dos semanas abrimos sólo por horas”, dice Sonia Valverde, curadora de las salas de exposición de la Casa de la Cultura y de ese espacio. “Tuvimos que ampliar por una semana más la exposición de Diego Morales, pues durante el tiempo que estaba programada casi nadie pudo ingresar a la sala”, agrega.

A principios de abril, los médicos iniciaron una serie de marchas en rechazo al decreto 1126, promulgado por el Gobierno, en el que se les ampliaba la carga laboral de seis a ocho horas diarias.

A mediados de ese mes las protestas se incrementaron cuando la Central Obrera Boliviana (COB) anunció movilizaciones para exigir al Gobierno un incremento salarial.

A este panorama se añadió otro conflicto, pues los choferes paralizaron la ciudad el 7 y 8 de mayo en rechazo a la Ley Municipal del Transporte Público. Pese a que estos dos últimos sectores suspendieron sus medidas, las protestas de los médicos continuaron hasta la semana pasada.

“Estas actitudes no sólo perjudican las visitas a los museos, sino que ponen en riesgo el patrimonio cultural”, comenta la gestora Wara Cajías, quien actualmente lleva adelante un proyecto que busca captar mayor público para tres museos de La Paz. “Creo que la gente debería tomar mayor conciencia de los tesoros que resguardan los repositorios, en ellos está nuestra historia”, añade.

“El último mes ha sido catastrófico para el Museo Nacional de Arte porque de los seis días de la semana, que abre este espacio, hemos estado cercados por la Policía al menos tres o cuatro”, se lamenta Arandia.

Perjuicios

Más allá de los turistas o los consumidores de cultura, también se vieron perjudicados los niños.

“De las 110 mil visitas que en promedio recibe el MUSEF al año, el 80% corresponden a escolares. El último mes, por la seguridad de los niños, las hemos suspendido todas”, asegura Molina.

Y, por supuesto, los daños se extienden también a los artistas. “El flujo y la dinámica de actividades que tiene el MUSEF es alto, pues también organizamos debates, presentaciones de libros, espectáculos de danza, música y otros. Toda nuestra programación se suspendió cuando los conflictos cobraron mayor fuerza”, dice Molina.

“Es triste que un lugar con tanta riqueza cultural tenga las puertas cerradas, pues implica un alto costo para el Estado, pero también para la sociedad”, agrega.

Este panorama es el mismo hace ya varios años. María Luisa Soux, secretaria ejecutiva de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, señaló que ya son varios años que los museos llevan interrumpiendo sus actividades a causa de las conflictos sociales.

“Al igual que los dos museos de La Paz que dependen de la fundación, hay otros espacios en Sucre y Potosí, que igual tienen que cerrar sus puertas porque se hallan en las plazas principales, por donde pasan los marchistas”, comenta.

“Es válido que los sectores hagan respetar sus demandas, pero no creo que todos los conflictos tengan necesariamente que llevarse a las calles. Sería mejor si se los discute en los espacios pertinentes como la Asamblea Plurinacional”, concluye Molina.

Datosy cifras
Nacional Durante las dos primeras semanas de mayo de este año, el Museo Nacional de Arte recibió un total de 767 visitantes, entre estudiantes y visitantes nacionales y extranjeros. En mayo de 2011 recibió 4.498 en ese mismo lapso.


Etnografía En el caso del MUSEF, éste recibió 905 visitas durante las dos primeras semanas de mayo de 2012, entre estudiantes y visitantes nacionales y extranjeros. El año pasado el repositorio fue visitado por un total de 1.391 durante ese mismo lapso.


Turismo A principios de mayo, el ministro de Culturas informó que este mes de mayo el 80% del turismo bajó debido a los conflictos sociales.



Sobre el tema
Wara Cajías Gestora culturalLos museos resguardan nuestro patrimonio cultural. Por ello creo que las autoridades deberían preocuparse más por cuidarlo, cuando se dan este tipo de manifestaciones parecería que el patrimonio es lo último que les preocupa y muchas veces se corren riegos de saqueos u otros peligros. Cuando fui directora de Museos Municipales tenía a mi cargo todas las piezas de los repositorios y entonces éstos no tenían seguro. Mucha de la gente que trabaja en los repositorios se quedaba dentro para custodiar las piezas, pues saben del valor de éstas. Creo que la Policía debería comenzar a cobrar mayor conciencia e incrementar el resguardo en estos espacios, pues es su obligación resguardarlos.


Diego MoralesArtistaComo artista me he visto afectado seriamente por estas marchas y conflictos sociales de estas dos semanas. Inauguré mi exposición el miércoles 3 de mayo y el jueves comenzaron las manifestaciones. Fueron días en que la calle Colón, donde se encuentra la galería Cecilio Guzmán de Rojas, estaba llena de gases y con una Policía muy agresiva. Es triste para el artista porque en mi caso, para esta exposición he tenido que trabajar casi tres meses entre preparar las obras, el montaje de las mismas y trasladar los cuadros. Montar una exposición requiere una inversión propia y es agotador, pero es más doloroso aún que una vez que la exposición esté abierta no tenga público.

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