viernes, 11 de mayo de 2012

Altamira abre su espacio a dos artistas

Rostros andinos es el nombre que le otorgó la galería a estas muestras disponibles hasta el 23.

Dibujos, acrílicos y acuarelas, entre otras técnicas, son algunos de los cuadros que propone el artista plástico boliviano Eusebio Choque en la sala uno de la Galería Altamira. Entretanto, las salas dos y tres muestran los más recientes trabajos de la panameña, radicada en Bolivia, Miriam Klein, quien presenta su última exposición antes de despedirse de la “tierra que la llenó de vida y color”.
Un encuentro con el arte. Una de las principales características de Eusebio Choque es que pinta figuras de espalda y, coAn el uso de los colores oscuros en el fondo, refleja, a través de su arte, los tejidos representativos de la región andina. Choque sostiene que, “como todo artista, éste es un estilo propio, en el cual muestro la cultura de los departamentos del occidente boliviano y su vestimenta con el aguayo”.
Entretanto, Miriam Klein se basa en lo abstracto para pintar sus cuadros. Para esta exposición, la artista utilizó una modelo para reflejar en sus lienzos la mujer en una fase erótica, como un símbolo de esperanza, además de ser la raíz del mundo.
De acuerdo con Klein, “en esta muestra utilizo los colores naranja y turquesa, ya que son muy simbólicos para mí; el turquesa, por el océano Pacífico, un lugar cercano a donde nací, y el naranja, como una característica de las montañas de la ciudad de La Paz, que me inspiran”. Aparte de su formación en el exterior, la artista tomó cursos de pintura con reconocidos maestros bolivianos como Keiko Gonzales y Juan José Serrano, además del español Carlos San Millán.

20 Son los cuadros en exposición de Miriam Klein y 23 los de Eusebio Choque, todos en distintos formatos.

La amplia trayectoria de un artista boliviano. Eusebio Choque nació en 1962 en la ciudad de La Paz. Estudió escultura en la Escuela Superior de Bellas Artes Hernando Siles y egresó de ella en 1989. Cursó pintura mural con el maestro Ponciano Cárdenas.
En 1996, el artista mereció el reconocimiento público, a través del Gran Premio del Salón Pedro Domingo Murillo, en la especialidad de dibujo. Presentó muestras colectivas en ciudades del exterior, además de numerosas exposiciones individuales dentro del país.

“En Bolivia, existen tanto maestros como artistas talentosos. Lo que les falta es fomentar y hacer conocer su arte en el exterior. La Paz tiene una luz que nunca antes vi en otro lugar y hay que explotar este elemento”.

Miriam Klein / ARTISTA


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