Bailes clásicos, españoles, árabes y folclóricos deleitarán al público en dos funciones especiales.
La Escuela de Ballet Folclórico Chela Urquidi cierra sus actividades de fin de gestión 2011 con un espectáculo variado de danzas a cargo de sus alumnas y alumnos que se presentará hoy en dos funciones: matiné, a las 15.00, y tanda, a las 19.00. Mañana se presentarán en el Teatro Modesta Sanginés de la Casa de la Cultura solamente en función de tanda. “Nuestro interés es mostrar a la gente lo que hemos trabajado durante el año a través de los avances que demuestran nuestros alumnos”, comenta el director de la academia, el maestro Lauro Rodríguez.
Coreografías y números. 25 cuadros de representaciones clásica, española y folclórica se reproducirán en una fiesta de dos horas y media. Participarán alrededor de 150 alumnos, desde los cuatro hasta los 25 años de edad, demostrando sus habilidades. El espectador apreciará las expresiones de la danza contemporánea. “La primera parte será una hora y media de danza clásica y española. La segunda parte es dedicada a la danza folclórica, tanto nacional como internacional”, adelanta Valeria Llanos, profesora de ballet clásico. Las coreografías son creación del maestro Lauro Rodríguez, bajo la dirección de Carmen Mariaca, Freddy Valda, Paulette Machicado y Carmen Saikita. “Muchas coreografías que realizamos por años se mantienen, algunas se modifican y otras nuevas se incorporan”, resume Llanos. Las danzas árabes también engalanarán las funciones del Ballet Chela Urquidi.
Historia. El ballet fue creado en mayo de 1943 bajo la dirección de la maestra Graciela Urquidi. En 65 años de trayectoria artística, puso en escena diferentes estampas del folclore nacional e internacional, y viajó por el mundo para difundir el arte boliviano. Obtuvo varios galardones para el país, como el Mérito Civil Libertador Bolívar. Doña Chelita, como le decían afectuosamente, falleció en 2006.
25 números de lo mejor de la expresión moderna se presentarán en la clausura del año.
Un ballet poco convencional.
Los profesores y coreógrafos de la escuela buscan fomentar la expresión corporal en los estudiantes. “No queremos que solamente nuestra enseñanza se reduzca a lo académico, sino que les dé a los alumnos la oportunidad de encontrar su propia expresión”, manifiesta la profesora Valeria Llanos.
La expresión: el espíritu de la danza. “Cada una tiene un color y un humor distinto. Hay ritmos alegres y otros más sobrios o solemnes. Nuestra dinámica es trabajar la técnica y enseñar a los bailarines a capturar el espíritu de esas melodías con gracia”, destaca Llanos.
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