domingo, 11 de diciembre de 2011

Artesanía, una producción nativa

Hojas de jipijapa, de palma zunka, barro rojo, madera, yeso, hilos, lanas y mechillas, además de aceites naturales, pinturas extraídas de las piedras, algodón, almidón, trozos de tela, pinceles, agujas, moldes y lienzos son parte de la materia prima e instrumentos que utilizan los artesanos campesinos e indígenas del oriente boliviano. Ellos crean objetos que representan su cultura.
Se trata de hombres y mujeres de las lejanas comunidades guaraníes, isoseñas, guarayas, chiquitanas, weenhayecks, ayoréode y de comunidades mestizas de Vallegrande, Ichilo, Cotoca y Tajibo que forman parte de Artecampo. Esta institución, que actualmente se encuentra de feria hasta el 31 de diciembre, muestra la infinidad de manualidades hechas a mano por los más de 1.000 artesanos que están asociados a Artecampo, en La Tapera, situada en la calle Monseñor Santistevan, al lado de La Mansión, que es el refugio que les permite a los artesanos del campo dar a conocer sus trabajos.
Para Mercedes Peña, presidenta de Artecampo, esta muestra anual motiva a las artesanas a ser más creativas para plasmar situaciones de la vivencia del pueblo al que representan. “Todos estos trabajos son exclusivos y únicos, y expresan nuestro modo de vivir. Una comunidad no imita a otra, cada una transmite lo que somos. Respetamos cada diseño y creatividad”, señaló Peña, que también es dirigente de la asociación de Tajibo.
En este lugar las mujeres son talentosas para convertir los retazos de tela en lindos cuadros, joyeros o bolsones, sobre una base de tela de color negro.
Por su parte en Isoso transforman las hojas de chala en adornos y artículos para el hogar, como centros de mesa, individuales, bolsones, y también elaboran, con ayuda del telar, llamativas hamacas con un diseño que llaman moisi, que significa víbora verde.
“Somos 160 mujeres y un grupo menor de varones los que trabajamos con Artecampo. La mayoría de nuestros productos son a base del telar, de hojas de chala y madera de algarrobo (cupesí)”, destacó la indígena.
Para Patricia Saucedo, encargada de comercialización y ventas Artecampo, es un proyecto con 27 años de trayectoria que se ha convertido en una herramienta real y directa de ventas para los artesanos.
Artecampo, que es una entidad cooperativa, trabaja en coordinación con el Centro de Investigación, Diseño Artesanal y Comercialización Cooperativa (Cidac), organización no gubernamental de desarrollo social sin fines de lucro.
Ambas instituciones promueven la producción artesanal manufacturera. La feria Artecampo es una de ellas.

Para saber

Detalles. Estos adornos son elaborados con hojas de zuka y de chala. Para hacer un nacimiento se demora entre dos y tres días.
Unión. Este árbol de madera de cedro fue tallado en San Miguel de Velasco por un chiquitano y lo pintó un guarayo.
Caretas. Los varones de la comunidad Isoseña transforman trozos de tronco del cupesí (alganobo) en máscaras. Las usan para Carnaval y una vez termina la fiesta las echan al río porque dicen que así se van los malos espíritus que amenazan su cultura.


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