El proyecto “Reforzando la participación de la sociedad civil en la promoción de políticas en el sector Cultural Boliviano”, ganador recientemente de 100.000 dólares provenientes del Fondo Internacional para la Diversidad Cultural (FIDC) de la Unesco, permitirá que TelArtes continúe vigente durante el próximo 2016.
Según explicó ayer Marco Antonio Marín, coordinador técnico nacional de TelArtes, este premio “nos da el respiro y nos va permitir ver, por un lado, cómo se vuelve a recomponer TelArtes”.
Desde el 2012 hasta este 2015, este organismo que aglutina a la mayor parte de centros culturales privados y públicos de Bolivia, además de artistas y gestores culturales, funcionó con recursos provenientes de la fundación holandesa Hivos con $us 70.000 anuales.
Un cambio en su estructura, ocurrido en marzo de este 2015, cuando el gestor cultural Marco Marín se convirtió en el nuevo coordinador nacional –luego de la salida de René Antezana Juárez–, originó cierto descuido en el aspecto de sostenibilidad.
TelArtes “en un principio tenía unos tentáculos territoriales y cuando entro deja de tener estos tentáculos y empieza a tener unos ejes en torno a los pilares de actuación que son sostenibilidad, incidencia política y circulación cultural”, señaló Marco Marín y también reconoció que este accionar si bien fortaleció los ejes citados, “sí quedó bastante flojo el de sostenibilidad o sea que nos está salvando” este fondo.
Articulación y legislación
Para Marín, el logro fundamental de TelArtes durante estos 4 años “ha sido precisamente desarrollar la provocación para que diferentes actores, dentro o no de la marca TelArtes, se viertan dentro de un compromiso de participación ciudadana y tengan una suerte de capacidad o por lo menos de visión para desarrollar incidencia en la gestión pública”.
Esta incidencia está plasmada en tres proyectos de ley específicos en los que ha podido influir esta red y que han contado con amplia participación de diversos sectores: las leyes de Culturas, del Artista y la de Espacios Culturales, ésta última planteada justamente como resultado del trabajo de TelArtes.
“Yo creo que TelArtes ha sido como el detonante, como un catalizador para fortalecer la participación y la articulación ciudadana para precisamente, conjuntamente con los órganos públicos o en algunos casos al margen y contrariamente a los órganos públicos, se fortalezca el empoderamiento y la participación ciudadana”, aseguró Marín.
Fortalecimiento cultural
Al amparo de la Fundación Imagen y del Proyecto mARTadero, TelArtes se consolida específicamente para: fortalecer la circulación del cultura, para hacer investigación, para que los centros, actores y gestores se puedan conocer; para manejar economías y para “sumarnos entre nosotros” y permitir la articulación cultural de Bolivia a nivel internacional (Red Fora do Eixo y Cultura Viva Comunitaria).
“Las culturas se ejercen en el país de manera privada y se van a seguir gestando de manera privada, mal que bien; pero lo hacen con notable y encomiables resultados como el Centro Patiño, mARTadero, Compa, Wayna Tambo, que las rescatan a nivel de proyección continental. Yo creo que TelArtes surge también para fortalecer no solamente el reconocimiento de estas experiencias, sino precisamente para brindar y apalancar una suerte de apoyo desde el marco estatal y fortalecer su labor misma”, según Marco Antonio Marín.
CULTURAS, ARTISTAS Y ESPACIOS CULTURALES
Participación ciudadana y la incidencia legislativa
Sobre los resultados que deberá mostrar TelArtes al Fondo Internacional para la Diversidad Cultural de la Unesco, Marco Marín señala que los mismos tienen que estar enfocados a consolidar la participación ciudadana en las políticas culturales (tal como plantea el proyecto) y conseguir resultados en la incidencia legislativa.
La articulación de los actores culturales (participación ciudadana) deberá traducirse en mayor participación tanto en las reuniones o las plataformas virtuales que tiene esta red y en “fortalecer la organicidad no solamente de TelArtes, sino la organicidad y la participación ciudadana del sector cultural en Bolivia”.
El proyecto “Reforzando la participación de la sociedad civil en la promoción de políticas en el sector Cultural Boliviano”, si bien es un resumen de lo que ha venido haciendo TelArtes en Bolivia desde el 2012, también deberá trabajar en la incidencia en materia legislativa.
“Entonces, de esa manera también conjuncionamos los ejes y las estrategias del Fondo de Diversidad de la Unesco (FIDC) en el entendido de que sí se quiere por un lado potenciar formas de articulación y empoderamiento ciudadano; pero por otro lado, se quiere dejar infraestructura de la institucionalidad cultural con precisamente donaciones legislativas”.
Esto quiere decir que la red TelArtes deberá durante este próximo 2016 –ya sea a través de la Asamblea Legislativa Departamental, el Ministerio de Culturas y otras instancias–buscar consolidar la aprobación de las leyes de Culturas, del Artista y de los Espacios Culturales.
Teko Guaraní
Al margen del proyecto “Reforzando la participación de la sociedad civil...”, Bolivia participó en el concurso del FIDC con otro proyecto enviado por la fundación Teko Guaraní.
La propuesta en cuestión estaba referida a la construcción, en la zona del Izozog (departamento de Santa Cruz), de un conservatorio de música que además mantendría a una orquesta ya establecida.
Finalmente, ésta no fue considerada ya que estaba orientado a las expresiones artísticas y no así a “la consolidación de un sector cultural dinámico”, uno de los postulados del FIDC.
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