Por esta razón, el Museo Nacional de Arte (MNA) ha decidido homenajearlo con una selección de cuadros y dibujos que dan vida a la muestra Amor y ternura, que se inaugura hoy, a las 19:00.
La exposición reúne el trabajo que este artista chuquisaqueño produjo desde la década de los años 70 hasta la actualidad. “Tiene un cuadro que pinté el mes pasado”, comentó ayer Imaná.
“En esta muestra el artista ha querido compartir con el público toda su producción referida a la ternura y al amor. Por ello, se han seleccionado casi 80 obras entre óleos y sobre todo dibujos en distintas técnicas”, comentó José Bedoya, curador del MNA.
Amor y ternura hace gala de los trabajos quizá más importantes en lo emocional del artista. Según Bedoya, ésta es una exposición que vale la pena ver, pues “a pesar de que don Gil Imaná ha, prácticamente, perdido la vista, a causa de la diabetes, la muestra tiene obras recientes”, señaló.
Imaná retrata al amor desde la pareja, la maternidad y otros aspectos vinculados, principalmente, a la mujer. “En mi obra, la mujer siempre ha tenido una presencia fundamental, pues ella es sinónimo de amor”, señaló el artista. “Pienso que esta exposición viene a ser relajante, pues da la oportunidad de pensar en la ternura frente a la violencia, en el amor frente al odio o la separación”, indicó.
Una vida dedicada al arte
Gil Imaná (Chuquisaca, 1933) es un pintor y muralista que se inició en el arte desde su infancia. Realizó estudios en la Escuela de Artes “Zacarías Benavides” de Sucre. Luego pasó a ser alumno de Juan Rimsa en el Curso Superior de Bellas Artes “Rimsa”.
En 1950 formó parte del grupo Anteo, junto a su hermano Jorge Imaná, el cruceño Lorgio Vaca y Wálter Solón Romero. Sus murales más notables son Historia de la telefonía, Marcha al futuro, Obra civil del Mariscal Andrés de Santa Cruz, Tierra y vida y Tránsito en el tiempo, entre otros.
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