El fotógrafo boliviano cumple 30 años de trabajo en este oficio, en que lo destaca tanto en la fotografía publicitaria como en la artística, con una fuerte inclinación hacia las representaciones simbólicas.
Para el inicio en esa labor, el artista se remonta a una etapa de su vida en el colegio San Calixto de La Paz. Cuenta que con un amigo realizaba experimentos de química, hasta que esa actividad finalizó con una explosión, por lo que ambos fueron castigados por sus padres.
El padre del amigo, en ese entonces, tenía un laboratorio donde realizaba el revelado de fotos y que fue en segundo de secundaria cuando le empezó a interesar la fotografía. Posteriormente, le regalaron una cámara Zenit rusa manual y así comenzó su recorrido. Uno de sus puntos favoritos era a Beni, a donde iba en vacaciones, y sin conocimientos aún en ese oficio.
Su trabajo como ingeniero mecánico lo llevó a México D.F., como fotógrafo oficial del archivo histórico de esa ciudad en 1985. Al ser la fotografía su forma de vida, se capacitó en Francia y obtuvo el título de técnico fotógrafo. Entre 1986 y 1988 colaboró con revistas de turismo como Cancún Tips y Cancún Destination.
De regreso al país fue coordinador de la revista Foto Bolivia. Fue secretario general del Círculo de Fotógrafos Profesionales de Bolivia (CFPB) de 1995 a 1997. Asimismo, sus trabajos lo han vinculado a instituciones como Cordepaz, Usaid, JICA, Fades y Naciones Unidas.
“Esta exposición es el reflejo del proceso que tuvo mi profesión, ha sido una forma de vida. Esta profesión me dio la posibilidad de crear mi propio espacio, propuesta y mi estilo, entonces se debe hacer eso, así creas también una corriente y te diferencias de otros”, señaló el fotógrafo.
“Fernando Cuéllar transita un viaje expresado en fotografías, disciplina que lo lleva a interactuar en el mundo del arte y de la publicidad, pero sobre todo la fotografía es un lenguaje de vida, su apropiación intima al mundo”, opina el también fotógrafo Sergio Bretel sobre el trabajo de Cuellar.
Por su parte, Marcelo Pérez Del Carpio señala: “No encuentro más palabras para definir sus 30 años de trayectoria. Sin duda, perseverancia y dedicación son cualidades que tiene Fernando Cuellar. Existe una visión muy personal en trabajos tan diversos, un sello personal que refleja una búsqueda por lo estético y un profundo respeto por lo fotografiado, así como por las personas”.
El público puede visitar la muestra desde el pasado 8 de julio, en esta prestigiosa sala ubicada en el segundo piso de la Casa Municipal de Cultura Franz Tamayo, de la Av. Mariscal Santa Cruz, esquina calle Potosí.
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