La inauguración de la muestra “Reminiscencias. Homenaje a Edgar Ávila Echazú”, en el Centro Patiño, fue la última actividad que cumplió Carlos Chaly Rimassa Mercado. Allí abrazó a sus amigos y compartió su pasión por la producción de las artes plásticas y la gestión cultural. La noche del martes retornaba a su casa y en la rotonda del Servicio de Caminos fue atropellado. Su hijo Rodrigo estuvo con él en sus últimos alientos. Desde anoche, los restos de Chaly Rimassa son velados en el salón La Concordia. Será enterrado el viernes, cuando llegue su hija y uno de sus dos nietos desde México.
Rimassa nació en Cochabamba en 1934. “No importa el año en que has nacido, sino lo que dejas como enseñanza”, decía.
Sus colegas, amigos, alumnos y familiares ponderan de él su incansable impulso al arte visual y literario. Pero la característica principal de Rimassa fue su visión crítica del mundo, de la vida y del arte. “Si no dices las cosas qué difícil es seguir adelante”, era una de sus frases, rememora su hijo Rodrigo Rimassa Paz.
“Me enseñó a tomar los colores”, agrega, al señalar que él y sus hermanas Moira y Mónica siguieron los pasos de su padre.
“Las cosas tibias le molestaban. Era incisivo, poético e interpretaba las cosas de tan buena y bella manera que es un ejemplo y un referente”, señala Rodrigo.
Carlos Rimassa tiene un libro en imprenta y varias obras pictóricas inéditas. Tenía la capacidad de resolver dibujos y pinturas en 15 minutos. Otros trabajos le tomaban tres semanas. Incendiaba sus cuadros cuando no le gustaban. Era muy crítico y exigente con su propia obra y un gran impulsor de nuevos artistas.
“Hay que seguir trabajando” decía con su amplia sonrisa. Se sentía feliz de descubrir nuevos talentos y de incentivar las artes plásticas.
Trabajaba como docente adjunto en la Facultad de Arquitectura y profesor del colegio CENDI.
“Píntate de verde” aconsejó a un colega
Hace años, cuando Mario Lavayén preguntó a Chaly Rimassa qué podía hacer para destacar en la Facultad de Arquitectura, en tono sarcástico le aconsejó : “Píntate de verde y así vas a destacar ”. Lavayén afirma que aprendió mucho de Chaly, tanto en el ámbito profesional, como en el campo de la amistad personal. Rimassa era ayudante de dibujo en la Facultad de Arquitectura y siempre invitaba a la reflexión. “Hay gente que gusta la moda, pero el fondo de la cultura es que el arte tiene el poder de hacer reflexionar”, indica Lavayén, al recordar al polémico artista que criticaba las obras de arte acerbamente. “Tenía las ideas claras, confrontaba ideas, no las repetía”, dice Lavayén, al asegurar que “el espíritu del arte no se pierde jamás y Chaly tenía bastante para darnos”.
Otra faceta inusual de Rimassa era su generosidad en la enseñanza. Indicaba desde cómo hacer los primeros bosquejos, a diferencia de otros artistas que prefieren trabajar en su atelier privado. El presidente de la ABAP, Efraín Chambi ensalza su creatividad. “Queríamos pintar y le decíamos no tenemos pintura. Él tomaba una cañería, la raspaba y resolvía el problema de los pigmentos”. Era muy creativo, experto en manejar tinta y color, finaliza.
Recuerdos
Mario Lavayén
Arquitecto
Chaly Rimassa era un artista prolífico. Su gran producción en diversos campos del arte es admirable. Ilustró muchos libros de Augusto Guzmán, de Cochabamba y de otros autores. Muy habiloso con el dibujo y la pintura. Tengo excelentes recuerdos de él, porque era excelente persona, aunque, como todos, tenía sus bemoles. Su estilo es muy especial y se lo reconoce al instante.
Édgar Viraca Aica
Arquitecto y artista
Conocí a Carlos Rimassa cuando defendí mi tesis en la Escuela Superior de Artes Plásticas Raúl G. Prada. Fue mi jurado. Como pintor fue brillante. Con su gran trayectoria, dejó huella para jóvenes artistas y arquitectos. Lo admiro como pintor y como persona. Su obra en el manejo del color y el paisaje reflejan todo lo que él era. Tenía un gran carisma y una extraordinaria personalidad.
Limber Rojas Lafuente
Artista plástico
De Carlos Rimassa me gusta la nueva tendencia que él producía en el arte, de fragmentación, de línea y equilibrio de color. Fue un artista muy valioso del cubismo abstracto lleno de simbolismo. Reflejaba pueblos y en el lienzo hacía estampa social. Usaba colores primarios y su obra invita al análisis. Sus trabajos en acuarela son admirables. Vivió y murió con el arte.
Efraín Chambi
Presidente de ABAP
Carlos Rimassa fue uno de los fundadores de la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos (ABAP) filial Cochabamba, Deja un vacío profundo en la familia de los artistas plásticos de Cochabamba. Ha contribuido bastante. Siempre ha sido un amigo que orienta y ayuda. En 2014, ABAP le hizo un reconocimiento en vida, por su trayectoria artística y sus méritos en la institución,
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