La cultura se mantiene viva y activa cuando actores y personas comprometidas con el arte, brindan sus mejores esfuerzos por incrementar el quehacer cultural, la ética y la estética embellecen el alto grado de intervención del sector público, con el objetivo de garantizar la accesibilidad de la población, así nace la gestión cultural, y uno de sus mayores representantes en Oruro es sin duda Jimmy López.
Jimmy López Daza es orureño, gestor cultural, productor, actor de cine, teatro y actual presidente del Consejo Departamental de Culturas de Oruro (CDC-O); lleva la pasión, la sensibilidad, la responsabilidad, el amor y la lucha constante por heredar a nuestras futuras generaciones la capacidad de amar la cultura.
Comenzó su trayectoria con el dibujo y la pintura, se formó como actor junto al grupo de teatro "La Nada", por lo que logró asistir a los encuentros nacionales de teatro y también compartir con el Movimiento de Educadores Populares donde se declararon los Derechos Económicos Sociales y Culturales que deben existir para todo ser humano, hace posible la creación en 1993 del Festival de Teatro "Alalao" que hoy en su décima versión alberga a actores de todo el país.
Pero la trascendencia de Jimmy va más allá, plasmando su trabajo en dos películas nacionales "Esito sería" y "Carga sellada" dirigidas por Julia Vargas Weise, también produciendo a actores reconocidos como Jenny Cárdenas y David Mondacca.
Hoy, desde el Consejo Departamental de Culturas de Oruro, entidad que reúne a los artistas de los diferentes rubros, desea que el Producto Interno Bruto PIB se convierta en la "Felicidad Interna Bruta" de todo ser vivo y su aporte a la cultura, porque los artistas tienen derecho a participar en la vida cultural de la nación y de las políticas públicas.
Trabajar, dialogar, convencer, convocar, recoger iniciativas y darles forma, involucrar a las personas en los proyectos, tener una visión y saber que hay una misión que se corresponde con esa visión. Y no perder nunca la fuerza, la perseverancia, la fe en el trabajo son sin duda las vastas razones para dejar en un actor cultural la responsabilidad de este gran movimiento, y la industrialización de "ésta" que es aún la cara limpia de nuestro país, la cultura.
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