Steez 8siete es la primera tienda que vende material para hacer grafiti y arte urbano en Bolivia, según explican sus socios. El objetivo es fomentar el crecimiento de esta expresión en el país en forma positiva y seria. Con ello buscan romper el estereotipo que tienen sectores de la sociedad que afirman que sólo se trata de vandalismo.
Ernesto Polo y Diego Magariños se unieron para satisfacer la necesidad que como "grafiteros” tuvieron por años, hallar un lugar en donde los artistas del grafiti y el arte urbano -además de muralistas y diseñadores- encuentren material específico para la ejecución de sus actividades.
Con esa idea se unieron a un tercer socio para abrir la tienda el 9 de marzo de este año. "Se trata de ofrecer productos que son específicamente fabricados para el grafiti, el arte urbano y otras expresiones similares en las que se utiliza el aerosol. Y bueno, decidimos hacerlo nosotros para dotar de este material de una manera comprometida”, señala Polo.
Ambos están conscientes de que existen opines que califican el grafiti como una actividad vandálica y negativa, y reconocen que es algo que sucede en algunos sectores.
Sin embargo, aclaran que los productos fabricados exclusivamente para hacer grafiti potencian la faceta artística de esta expresión. "Este arte está creciendo y por supuesto queremos que más gente pinte en la ciudad y el país”, añade Magariños.
Los productos
La tienda distribuye la marca mexicana 360 spray paint, con una oferta de más de 100 colores, y la española Montana. Además de una marca china que se utiliza en Bolivia, pero que no se fabrica para este fin.
El costo de cada lata de aerosol es mayor al de las que se adquiere en las ferreterías, pero tiene varias ventajas, según explican los socios de la tienda. Una de ellas es que tienen mayor cantidad y dispensan mejor el producto, especialmente hecho para superficies en las que se hace grafiti.
Por otro lado, los colores tienen particularidades diferentes (perlado o brilloso) y son más intensos. "No quiere decir que te van a salir mejor los grafitis, sino que el acabado va a ser mejor”, sostiene Polo. El costo de estas latas es de 40 bolivianos.
"Tenemos latas ‘drip’ que se parecen mucho a un extintor; su válvula permite que el aerosol salga con un grosor de 30 a 45 centímetros y se logre un efecto como de marcador que chorrea un poco el contenido”, explica Magariños.
Como la mencionada, hay algunas latas que tienen válvulas, o boquillas, para lograr efectos referidos al grosor y la distancia de aplicación. Cada una de estas latas cuesta 60 bolivianos.
En la tienda además se encuentra más de una decena de válvulas con las que se logran diferentes tipos de grosor, desde un centímetro hasta 20. Su costo varía entre 3,50 y cuatro bolivianos.
Para aquellos que están acostumbrados a las latas con la que se ha hecho grafiti los pasados 20 años en el país, la tienda ofrece alrededor de 60 colores de la marca china 7CF. La unidad cuesta 15 bolivianos. A ello se suman marcadores que se utilizan para hacer "caligrafiti”, fusión entre caligrafía y grafiti.
La tienda está legalmente establecida y da factura. Sobre los detractores del grafiti, ambos señalan que las personas que quieren hacerlo, lo harán aunque los aerosoles se prohíban, ya que es una expresión que no se puede detener y sucede en todo el mundo.
"Muchos de nosotros, aunque no parezca, somos profesionales, trabajamos, pagamos impuestos y mantenemos a nuestras familias”, puntualiza Polo.
Menos tóxicos
La marca 360 y Montana tienen estándares de calidad más altos. Una de las características más importantes es que reduce la emisión de ciertos tóxicos (acetona, thinner y tolueno) que dañan el medio ambiente y la salud de quienes se dedican al arte urbano. Todas sus latas son reciclables.
En el local también se venden poleras, canguros, gorras y accesorios con diseños relacionados al arte urbano y al grafiti, de marcas bolivianas y extranjeras.
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