domingo, 17 de abril de 2016

Arteterapia, dibujos que expresan sentimientos



Si alguna vez te pusiste a dibujar solo para relajarte, tal vez notaste que el arte de la pintura es una buena terapia. ¡Es oficial! Los trazos y colores se usan como medio para exteriorizar emociones, en especial de los niños.

Arteterapia es la utilización de técnicas artísticas, sin necesidad de tener virtudes o experiencia, para el autoconocimiento, el desarrollo personal, la mejora de la salud y la calidad de vida. De ahí que la psicología humanista incluye este tipo de sesiones para formar seres humanos sanos y capaces de desarrollar todo su potencial, lo que incluye la creatividad.

Esta terapia expresa lo que una persona tiene en su interior a través del uso de materiales artísticos: modelado, pintura, voz, movimiento, máscaras, fotografía y otros.

El psicólogo Juan José Vargas explica que cuando un niño está en terapia es difícil que revele algunos elementos importantes mediante la entrevista. Entonces, lo recomendable es que lo haga, a manera de juego, en una pintura o un dibujo. “Esa imagen va a mostrar situaciones que no contaría o que le duelen internamente”.

Por ejemplo, “el arteterapia cuenta con técnicas como la dactilopintura (pintura con los dedos) que se aplica para identificar, y luego tratar impulsos o problemas de ansiedad y depresión”.

El arte en los procesos terapéuticos es una vía para que los niños, sin necesidad de hacer explícitas sus experiencias, “expresen sentimientos y exterioricen sus vivencias sin hablar de cosas que les han pasado”, dice Vargas.

Estar en silencio y con la tarea de dibujar o pintar hace que el menor se sienta en confianza y luego, en grupo, trabaje las emociones o problemas que lo aquejan, explica Tatiana Quiroga, psicóloga de la Fundación Alalay en La Paz, donde se aplica esta técnica.

“Por ejemplo, dibujan animales a los que les tienen fobias o miedos, también situaciones familiares como separaciones”, asimismo muertes, enfermedades, peleas. “La falta de afecto se puede ver cuando el niño dibuja a sus padres sin brazos o boca, es como un medio de queja del menor”, cuenta Vargas.

Robert Aitchison, un reconocido artista de la pintura, llegó desde Nueva York para impartir un taller en Alalay. Arribó con objetivos claros. “Busco que mis cursos sean un espacio para que los niños se sientan seguros, para que con sus amigos expresen sus sentimientos y pensamientos, exploren y exploten su imaginación. También les doy una breve introducción a la historia del arte. Tal vez en este mundo encuentren una pasión que les ayude a subir su autoestima”, afirma el pintor. Al colorear, cuenta lo que el pequeño siente y no cómo lo hace. Con sus dibujos puede generar confianza en sí mismo sin importar las opiniones de otros, recalca. Así, cambia un mundo gris por otro de colores.

El arteterapia se aplica para menores con problemas de aprendizaje. Les es más fácil entender un concepto si se lo pone como imagen.
También sirve para visibilizar conflictos emocionales, fobias, enojos, depresión y miedos.
Facilita la comunicación con la familia y genera capacidades expresivas en el niño. Al dibujar, puede sentirse en confianza.
Esta práctica ayuda al organismo a generar serotonina, una hormona que permite mantener en equilibrio el estado de ánimo.
Dibujar y pintar desarrolla la imaginación y potencia la creatividad. También ayuda a relajar las tensiones.

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