El pasaje Kuljis es la columna vertebral de un conventillo establecido en una enorme casona patrimonial, que conecta a la calle Jenaro Sanginés con la Comercio. Al recorrerlo se observan decenas de puertas, recovecos y gradas que llevan a otros pisos, en donde se han establecido oficinas, comercios, depósitos y viviendas.
El nieto de Jorge Kuljis, a quien la enorme joya arquitectónica debe su nombre, ha decidido transformar junto a los vecinos este pasaje para rescatar su época de oro, pero no sólo eso. Se ha propuesto que artistas urbanos de diferentes disciplinas intervengan sus paredes y conviertan el lugar en un espacio cultural.
"Vamos a transmutar (el pasaje), nos referimos a transformar el lugar a través de una intervención, pero además queremos hacer lo mismo con su energía. Lo primero que queremos hacer es cambiar el color (de las paredes) y las luces, pero partiendo con una propuesta cultural”, explica el arquitecto, pintor y artista paceño Andrés Kuljis.
Con ese fin se lanzó hace algunas semanas una convocatoria en medios impresos, y en las redes sociales, dirigida a artistas urbanos que deseen participar en el proyecto Transmutación del pasaje Kuljis. Los murales, grafitis, pinturas y obras que se plasmen estarán en un catálogo que será difundido en México y Estados Unidos, a través de la galería MIKO art, de propiedad del artista.
Patrimonio y presente
La enorme casa Kuljis tiene al menos tres épocas que marcan su estructura. La primera pertenece alrededor de 1600 del siglo en el cual se edificó el claustro de las monjas concepcionistas, gran parte de la estructura, como los arcos, fueron trasladados al Museo Tambo Quirquincho.
La segunda se observa desde la calle Comercio y data de 1850, aproximadamente. La última es la parte que se encuentra al centro del inmueble, donde estuvo alguna vez el claustro, y fue edificada alrededor de 1930. Sin embargo, construcciones y remodelaciones se han realizado sin ningún control a lo largo del tiempo. El pasaje es la única vía peatonal que conecta a toda la casona.
La fachada, que da a la calle Comercio, tiene el mayor valor arquitectónico de toda infraestructura, con detalles neoclásicos y barrocos; además de las paredes de piedra de la época del claustro. En la casona convergen locales, oficinas, viviendas, depósitos, bares y probablemente sea la única donde existe un lenocinio y una iglesia cristiana.
Los ambientes tienen diferentes propietarios, están alquilados o tienen una situación no definida. En los últimos años se suscitaron algunos hechos de inseguridad. Por todo ello, Andrés Kuljis y los vecinos se reunieron para darle un giro al espíritu del lugar y propiciar un cambio en un espacio común, el pasaje. La primera medida fue realizar una limpieza general.
"Hace años era más limpio, pero como los comerciantes de la calle Comercio guardan su mercadería y tarimas en algunos ambientes, se ensucia”, detalla el abogado Gonzalo Barrera, que tiene una oficina en la casona hace cinco años.
La idea de Andrés surgió hace alrededor de cinco años. El primer paso para transformar la infraestructura fue restaurar un departamento dentro de la casona que aún pertenece a la familia Kuljis y donde hoy vive el arquitecto.
El departamento tiene algo de ese garbo de antaño gracias a antigüedades, objetos y detalles artísticos en sus ambientes. En la cocina yace descubierta parte de la pared de piedra original de lo que fue el claustro de las monjas concepcionistas.
Para Kuljis se trata de generar un cambio de consciencia y conectar la actividad que tiene la calle Sagárnaga con la Jenaro Sanginés y que así se cree un corredor que reactive y ponga en valor la vida cultural y turística de la zona.
Para materializar el proyecto se buscarán auspicios y fondos de instituciones gubernamentales y de cooperación.
El diseño
Se prevé que el pasaje Kuljis tenga un piso adoquinado, que en las paredes de los primeros pisos se rescate algo de la estética y color de la época colonial y que a partir del segundo piso los artistas urbanos intervengan las paredes con murales, grafitis, entre otros. "Se va a generar algo surrealista, los artistas que han asistido a la convocatoria tienen ideas muy interesantes y todavía pueden incorporarse”, apunta Kuljis.
Al mismo tiempo que se den los cambios en el pasaje, se impulsará actividades que apoyen a la difusión de la cultura y el arte contemporáneo.
Por seguridad, los accesos desde las dos calles se cierran por horas y durante la noche, lo mismo pasa con una puerta ubicada casi a la mitad de su recorrido, que se abre en determinados periodos. El objetivo en un futuro próximo es que este corredor tenga una nueva vida gracias y que complete su transmutación en un espacio para las artes.
Sobre el proyecto y la casona
Convocatoria La convocatoria para el proyecto "Transmutación del Pasaje Kuljis” cerró hace una semana. Sin embargo, pintores, muralistas y artistas dedicados al grafiti todavía pueden unirse al proyecto. Este fin de semana se tenía previsto llevar a cabo la primera sesión de trabajo.
Condiciones Los artistas seleccionados no recibirán pago por la intervención, pero se harán las gestiones para que tengan el material requerido y que su obra forme parte de un catálogo que será difundido en México y Estados Unidos a través de la galería MIKO Art, que pertenece a Andrés Kuljis, a su vez impulsor del proyecto.
Contacto Para mayor información pueden escribir a mikoart.ks@gmail. com o ingresar a su perfil de Facebook: MIKO Art gallery.
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