A diferencia de otros artistas de su generación, Mario Unzueta fue más allá de pintar el paisaje o la figura idealizada del indígena. Dio un paso más y plasmó en sus cuadros el sentido mítico y ritual entre el hombre de campo y los productos de la tierra, como el maíz.
Hoy, la obra de Unzueta es recordada en una retrospectiva, en conmemoración a los 110 años de nacimiento del artista. La muestra fue inaugurada el 17 de junio y permanecerá abierta hasta el 19 de julio, en las salas temporales del Museo Nacional de Arte.
En cada una de sus obras, Unzueta también plasmó la relación íntima, entre el medioambiente y el hombre de los valles. "(En sus obras) nos permitió descubrir la riqueza de nuestro paisaje y la visión de nuestras culturas fundadas en su relación con la Madre Tierra, la producción agrícola y los elementos de la naturaleza”, dijo José Bedoya Sáenz, curador del Museo Nacional de Arte.
La exposición está compuesta por un centenar de obras del artista. Para la muestra, según los responsables del repositorio, se seleccionó esa cantidad de obras del artista. Las mismas provienen del préstamo de más de 30 coleccionistas privados de las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
"Los paisajes de Unzueta poseen una luz propia que generalmente parte del fondo del cuadro y proyecta amplias sombras de color que acentúan la composición en claves de alto contraste. Su tratamiento técnico, en el que emplea unas veces la pincelada empastada y yuxtapuesta para componer armonías de color -por complementarios directos o por tríos armónicos-, y otras veces, una textura de fondo, en trabajos en los que el tratamiento del color amplía la vibración de las texturas”, comentó Bedoya.
Unzueta nació en 1905, en Cochabamba. Fue novelista, poeta, pintor y periodista. Durante su formación artística, el creador fue alumno de Avelino Nogales. Asistió a la Guerra del Chaco (1932-1935), se lee en el Diccionario Cultural del periodista Elías Blanco. Luego, fue profesor de dibujo en distintas instituciones de Cochabamba. Fue docente y luego director de la Escuela de Bellas Artes de Cochabamba , entre 1935 y 1953. El creador murió en 1983.
La retrospectiva es organizada por el Museo Nacional de Arte, dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia y el Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño.
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