Trigo brinda un paseo por la cultura tarijeña del siglo XX

Con el ánimo de difundir lo que fue la cultura tarijeña a finales del siglo XIX y principios del XX, el escritor Eduardo Trigo 0’Connor d’Arlach conversó con el País eN y recordó algunas características que fundamentaron las bases de las expresiones artísticas y literarias de la región chapaca.
Es preciso conversar sobre estos temas, sentencio Trigo, para poder despertar el interés de la gente para que investigue sobre el pasado de las personas que fueron protagonistas del pasado cultural de Tarija.

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Lo que fue la cultura de la región en la época mencionada tuvo nombres relevantes como Mario Estenssoro, Francisco Lazcano Zurita, Guido Villagomez, personas que dieron un gran aporte a la cultura regional pero que, en opinión del intelectual, lamentablemente cayeron en el cruel olvido.
Tarija, si bien ha sido -como dice Mario Estenssoro, puntualizó- un lugar tan alejado porque no habían caminos, medios comunicación, obviamente no existía la radio ni la televisión, era prácticamente un centro urbano perdido en una gran inmensidad; pero, a pesar de eso hubo una gran actividad cultural, si bien limitada por la falta de medios, había una gran inquietud que dio luces a ese pasado.
Por otra parte, La cultura regional también alimentó las manifestaciones folklóricas tanto en arte como en música, su origen lo tuvo en las clases populares y los sectores menos acomodados y tuvo un gran desarrollo que echaron las simientes de todo este movimiento cultural que actualmente existe.
Por otra parte, otros detalles que destacó Trigo son que a partir del ultimo cuarto de siglo XIX se desarrolló el periodismo y, a pesar de la falta de vías de comunicación, a tierra chapaca llegaban compañías de teatro -sobre todo españolas- que presentaban zarzuelas, operas y operetas, obras dramáticas y música y eso tenia una aceptación en la ciudad, en las clases altas.
Pero, en las clases bajas, en el campesinado también existían expresiones de mucha significación como son las coplas chapacas que es un sentido poético muy profundo del habitante del campo de Tarija.
En este contexto, se daba mucha importancia a la música clásica en general y era lo que se disfrutaba. Posteriormente se crearon los regimientos militares y en la plaza Luis de Fuentes se daban las retretas que interpretaban música popular, congregaba una enorme cantidad de gente, de todos los estratos sociales, los jueves y domingo y que tuvo su influencia en su momento
Por otr parte, también se recibía la influencia del norte argentino, del Chaco, se bailaban chacareras y se cantaban zambas y, más que influencia, se trataba de una interrelación de expresiones artísticas.
El escritor rememoró que alguien dijo que en Tarija se desarrollan mucho los sentidos y que sus habitantes disfrutan, por ejemplo de ir a bañarse al río con las aguas de la naturaleza, con las flores del campo, el churqui que florece en agosto y embalsama toda la cuidad con su fragancia, entonces sus expresiones artísticas son más un producto sensorial; a diferencia de las expresiones de Sucre que eran más intelectuales, fruto de una labor mental.

El perfil del intelectual tarijeño
Eduardo Trigo O’Connor d’Arlach es abogado, historiador, periodista y diplomático, nació en Tarija el 17 de octubre de 1936. Realizó sus estudios en las universidades Juan Misael Saracho de Tarija y Mayor de San Andrés de La Paz y siguió cursos de especialización en Derecho Internacional Público en The University College de Londres y en la Academia de Derecho Internacional de La Haya.