Enérgico, el maestro Mauricio Otazo alza las manos y dirige a los más de 200 músicos y coristas de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), quienes anoche después de cinco meses reabrieron el Centro Sinfónico Nacional con las melodías de la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven.
El concierto comenzó a las 20:30, en el auditorio del Centro Sinfónico Nacional. Más de 400 personas asistieron a la velada. Una vez que comenzó el recital, los espectadores guardaron silencio y de inmediato resonaron los violines, los chelos y los clarinetes de los músicos al ritmo de la Novena Sinfónía de Beethoven, una de las más importantes de este compositor.
Los 70 músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional compartieron el escenario con 170 coristas, quienes estaban vestidos con trajes oscuros. Participaron coros del Conservatorio Plurinacional de Música Illimani, el Coro Adventista Los Andes, el Coro de la Escuela de Formación Musical de Maestros Simón Bolívar y coristas independientes.
Uno de los momentos más relevantes del concierto, que duró más de una hora y media, fue cuando las más de 170 voces retumbaron y se unieron a las melodías interpretadas por los músicos de la Sinfónica.
Los trabajos de remodelación de Centro duraron más de cinco meses. Entre los trabajos que se realizaron en el auditorio del Centro Sinfónico están el cambio de butacas, el remozado y el pintado de las paredes y la instalación de un piso laminado. Además, se alfombró el sector de mezzanine. Estos trabajos fueron financiados por la Embajada de Japón en Bolivia, que otorgó a la fundación de la OSN un monto de casi 100 mil dólares. Antes de terminar la velada, Otazo dio un respiro y ese instante concluyó el concierto. De inmediato, los más de 400 asistentes al evento se pusieron de pie y aplaudieron.
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