Semillero de artistas y la primera fuente de capacitación de muchos en el campo creativo, el Instituto Superior de Bellas Artes y Educación Integral (ISBA) cumple 34 años.
La institución, que entre sus más de 2.600 egresados formó figuras como Rubén Darío Suárez Arana, director del Sistema de Coros y Orquesta de Santa Cruz (Sicor); la folclorista Guísela Santa Cruz, el compositor Vladimir Suárez; los pianistas Sergio y Álvaro Eguino; el concertista de guitarra clásica Piraí Vaca; Magaly Pinto, directora de la Escuela Suzuki, la directora de orquesta Karina Carrillo en música; Damián Vaca en la investigación; Abraham Urapé y Mirko Dorado en danza y Ronald Valverde en la actuación, recibió como homenaje la Medalla de Honor al Mérito de la Asamblea Legislativa.
Una comisión de parlamentarios gestionó el reconocimiento “para promover atención de las autoridades hacia la institución”, cuyo nacimiento se produjo de forma visionaria cuando el progreso de Santa Cruz despegaba y la ciudadanía despertaba a la práctica y el consumo cultural. El diputado Moisés Salces, promotor, ve merecida la medalla “por el aporte al arte y por los valores positivos que se multiplican en la sociedad a partir del trabajo de quienes egresaron de la institución”. La directora de Bellas Artes, Aida McKenney, dijo que el galardón “es un honor y quiere decir que los 34 años no han sido en vano”.
Recordó que cuando nació en 1977 “Santa Cruz era un desierto en lo artístico, porque si bien hubo una escuela de arte en la Uagrm, fue cerrada en 1971 y dejó un vacío hasta la apertura del instituto”. El Círculo pro Música, con el liderazgo de Günter Holzman, fue la entidad gestora de su creación.
Bellas Artes se fundó junto al Taller de Artes Visuales en la avenida Cristóbal de Mendoza. Entre sus objetivos próximos, confirmó que dentro de un año emitirá títulos de técnico superior.
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