Al menos, 100 muralistas solicitaron se declare Patrimonio Nacional de Bolivia a las obras de Miguel Alandia Pantoja (1914-1975), uno de los artistas plásticos nacionales más influyentes e importantes del siglo XX.
“Solicitamos a las autoridades correspondientes que toda la producción artística del maestro Alandia Pantoja sea declarada Patrimonio Nacional de Bolivia y se sume al extraordinario patrimonio artístico y cultural del pueblo boliviano; por consiguiente, a los patrimonios culturales que enriquecen a nuestros pueblos y naciones del mundo”, planteó Isabel Illanes, en el discurso que pronunció en la clausura del III Encuentro de Muralismo “Raíces Latinoamericanas”.
Por su parte, el muralista Javier del Carpio añadió que la colección privada de Alandia Pantoja fue recopilada durante su vida y que incluye obras de otros autores, además de las suyas, las cuales están siendo ofertadas por su hijo, también de nombre Miguel.
“La colección consta de 160 cuadros, pinturas a caballete y 34 bocetos de mural. El objetivo inicial era crear una especie de Fundación a cargo de Sergio (Alandia) y con colaboración del colectivo Cementerio de Elefantes; pero Sergio sufrió un contratiempo de salud y está inhabilitado de tomar algunas decisiones. Entonces, quien se está haciendo cargo de la venta es su otro hijo, Miguel, que vive en Cochabamba”, detalló del Carpio.
CENTRO CULTURAL O MUSEO
El muralista agregó que la visión de Sergio Alandia era construir un Centro Cultural o Museo que recoja la trayectoria artística de su padre y de su participación en los distintos procesos políticos del país.
En el encuentro participaron 16 muralistas internacionales que llegaron de Argentina, Chile, Japón, México, Perú y Uruguay, además de 98 artistas nacionales de Cochabamba, El Alto, La Paz, Oruro y Tarija. Ellos presentaron un pronunciamiento conjunto en el que demandan el resguardo del legado de uno de los principales referentes del muralismo boliviano.
“El derecho a la cultura de nuestros pueblos se vuelve una línea de acción para todas y todos los artistas trabajadores de la cultura, no sólo en nuestra América, sino también en todo el planeta. Consideramos que este derecho es inalienable e imprescriptible”, agregó Illanes, quien además solicitó a las autoridades municipales comprometerse a rescatar la obra del maestro Alandia Pantoja.
REUNIÓN DE ANÁLISIS
En ese sentido, el secretario municipal de Culturas, Andrés Zaratti, indicó que esta semana convocará a una reunión de organismos estatales e instituciones como el Ministerio de Culturas y Turismo y la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (Fcbcb) para analizar acciones al respecto.
MIGUEL ALANDIA PANTOJA
El artista nació en la zona minera de Catavi, Potosí, en 1914. A los 18 años participó en la Guerra del Chaco (1932-1935) y fue hecho prisionero. Inició su obra muralística en 1952, cuando pintó el mural “Historia de la Mina”, en el hall del entonces Palacio de Gobierno, que fue destruida en 1965.
Sus primeros trabajos se dedicaron al patriotismo y la exaltación indigenista. Las obras del período que siguió a la guerra se caracterizaron por la afirmación de la identidad nacional, la fractura del poder de los “barones del estaño” y los grandes propietarios de tierras; y por el ascenso de nuevas fuerzas políticas, la organización de sindicatos obreros en las minas y movilizaciones indígenas y campesinas, aspectos que se plasmaron en murales, cuadros y dibujos.
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