Serán cuatro funciones que se combinarán con un conversatorio que parte de la trama de la obra para explorar el valor de las diversidades, el mundo sombrío de lo “no normal” y el reencuentro con nuestra sombra a partir de la venganza tan dulcemente saboreada por muchos. Así este monólogo, en el que Luis cuenta su historia, comparte sus más íntimos anhelos y juega con el público, se convierte en la trinchera que moviliza nuestro mundo emocional.
La recaudación de las presentaciones irá a favor de la Comunidad para la Vida Independiente de personas con discapacidad (CVI), que están trabajando por instituir la filosofía de vida independiente en nuestro país. “Este movimiento, que surgió a finales de los 60 en EEUU, ha empoderado a miles de personas con discapacidad y ha sido la protagonista silenciosa de grandes transformaciones sociales a favor de la inclusión de lo diverso. Extendida en Canadá, Europa y Asia, en América Latina ha comenzado a emerger”, afirmó Litzy Arreaño, activista de la Comunidad Vida Independiente.
Sutura Dominguera es un monólogo en el que Luis, una transexual, encuentra en la venganza y el fútbol la mejor manera de sanar las heridas producidas por el fanatismo futbolero de su padre en complicidad con su “mami”. Se va a estudiar al extranjero, donde logra hacerse la tan ansiada operación y decide retornar a Bolivia para suturar las heridas del pasado, enfrentando a sus miedos, al “qué dirán” y a la culpa constante por ser “no normal”.
Sutura Dominguera es la puesta en escena del cuento del destacado escritor y periodista Willy Camacho, que lleva el mismo título. La obra es interpretada por la experimentada actriz Graciela Tamayo, quien además se encargó de la adaptación de esta obra al teatro.
El director y puestista en escena es José Pepetus Aramayo, quien lleva ya 40 años de trayectoria en más de 30 obras, actor en 70; como dramaturgo ha escrito 45 de las que ha llevado a escena 28, siendo las últimas Arreglador de Techos y La Peluca.
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