Energía, dinamismo y dulzura son algunas de las virtudes que posee la directora de la Coral Infantil, María Virginia Lanza, quien ha dedicado más de 34 años de su vida a la enseñanza del canto a niños que se formaron en esta gran familia, pisando escenarios nacionales e internacionales, logrando combinar ambas actividades a la perfección.
Femenina (F) conversó con María Virginia Lanza Salazar (MVL) sobre dos aspectos de su vida, el personal con el nacimiento de sus tres hijos: Roberto, Tatiana y Carolina Casso Lanza, quienes tuvieron una influencia musical desde niños y por otro lado su actividad profesional con la formación de niños en el canto.
F.- ¿QUÉ REPRESENTA LA MATERNIDAD EN TU VIDA?
MVL.- El regalo más grande que Dios me ha dado.
F.- ¿CÓMO RECUERDAS EL NACIMIENTO DE TUS HIJOS?
MVL.- Cada uno ha sido muy diferente, pero los tres han sido partos fáciles. Han venido a este mundo como algo muy especial, pisando escenarios desde el vientre de mamá. Cuando esperaba al primero, Roberto, estaba actuando en la Opera Aida de Verdi. En la segunda, Tatiana, me encontraba participando en la Misa de Beethoven y en la tercera, Carolina, en Carmina Burana, todas como contralto de la Sociedad Coral, bajo la dirección de mi hermano José Lanza Salazar.
F.- ¿QUÉ ANÉCDOTAS RECUERDAS DE ELLOS?
MVL.- Roberto, el más travieso, atleta y cantor; Tatiana muy tranquila, también atleta y bailarina, ambos fueron fundadores de la Coral Infantil y la Coral Juvenil de la Sociedad Coral. Carolina muy bailarina, también cantó, desde los 2 años, en la Coral Infantil y, luego, en la Coral Juvenil. Los tres son muy inteligentes, trabajadores y talentosos en todo. Estoy muy orgullosa de ellos.
F.- ¿CUÁLES SON LOS SECRETOS DE CRIANZA PARA EDUCAR A 3 HIJOS TALENTOSOS?
MVL.- Ser estricta pero siempre apoyándolos en todas sus actividades y con mucho amor.
F.- ¿CÓMO HAS COMBINADO LA VIDA FAMILIAR CON LA CORAL INFANTIL?
MVL.- Los ensayos y presentaciones no han interferido en mi vida familiar, siempre he estado pendiente de mis hijos, la Coral Infantil y de todo lo referente a los quehaceres de la casa.
F.- ¿QUÉ SIGNIFICA EL CANTO PARA TI?
MVL.- A parte de las grandes satisfacciones en toda mi vida, me ha acercado de una forma más íntima a Dios y a diferentes tipos de personas. A través de la música he podido expresar buenos mensajes y cambiar la vida de mucha gente para bien.
F.- ¿QUÉ SE NECESITA PARA CANTAR?
MVL.- Muchas ganas, lo demás es técnica, canto, disciplina, baile. Eso es lo que enseñamos en la Coral.
F.- CUÉNTANOS DE TU CARRERA EN LA CORAL INFANTIL
MVL.- Cuando comencé, me encantó dirigir a todos los niños, porque son muy sinceros, buenos, sencillos y dóciles; son angelitos del cielo que están entre nosotros. Cada una de las presentaciones han sido un gran desafío y he disfrutado al máximo. Una de las anécdotas que ha marcado mi vida ha sido el haber cantado con los niños de la Coral y los jóvenes de la Sociedad Coral, para el Papa Juan Pablo II la canción “Sembradores de justicia y esperanza”. Con los niños estuvimos al pie del avión cuando llegó el Santo Padre.
F.- ¿QUÉ ESCENARIOS HAS VISITADO CON LA CORAL INFANTIL?
MVL.- En la ciudad de la Paz, casi todos, teatros, iglesias, colegios, hogares, asilos y hospitales. También hemos sido invitados a Santa Cruz, Oruro, Tarija, Potosí, Sucre y al Santuario de Copacabana (La Paz).
Como invitados especiales en el festival de Coros en Arequipa- Perú.
F.- ¿SE PUEDE HACER CANTO EN ESTE TIEMPO?
MVL.- Hay mucho material para niños en el canto y sería muy bueno que los padres los incentiven para que aprendan y lo disfruten. Actualmente, muchos de mis ex-coralistas están triunfando aquí y en el exterior, cantando como solistas en obras sinfónico- corales y en musicales.
F.- ¿LA CULTURA EN EL PAÍS TIENE APOYO PARA SU PROMOCIÓN?
MVL.- Considero que es muy difícil hacer cualquier actividad cultural, porque falta el apoyo del Gobierno y la Alcaldía, además de la escasez de teatros para su realización.
F.- ¿QUÉ PROYECTOS TIENES AÚN POR REALIZAR CON LA CORAL INFANTIL?
MVL.- Quisiera seguir formando niños para sembrar en ellos ese amor al canto, como siempre ha sido. En la Coral Infantil ellos llegan a tener buena voz, buen oído musical, buenos valores, porque aprenden a agradecer a Dios por este don maravilloso; les da mucha personalidad el pisar escenarios y luego tienen la suficiente valentía para presentarse ante cualquier público. Aprenden disciplina, tienen facilidad para memorizar y son responsables para organizarse en todas sus actividades, virtudes que les servirán para su futuro. Algo que me encantaría hacer es dirigir a niños ciegos.
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