miércoles, 29 de marzo de 2017
Ponce de León, el artista tarijeño que cautiva al mundo del arte
El tarijeño, Jhonny Ponce de León, hace más de siete años que comenzó su aventura como artista plástico, dejando fluir una actitud que en él se manifiesta de forma natural, ya que aunque no tiene escuela se considera un buen observador.
Esto le permite capturar con facilidad la sensibilidad de un rostro o la suntuosidad de un paisaje.
A sus 18 años descubrió su habilidad para pintar, “posiblemente la lleva en los genes, pues se sabe que un pariente por parte de su padre era artista”, explica su familia, pero esta hipótesis sólo procura explicar la habilidad con la que el artista, totalmente abocado a su arte, concibe su talento.
Ponce de León, como artista autodidacta no siguió el consejo de nadie, no tuvo ninguna influencia, simplemente recurrió y recurre a su espontaneidad para apegarse a este oficio que le apasiona.
Tal vez el estar libre de influencias es lo que permite al artista causar ciertas emociones en la apreciación de su arte, así lo interpretamos cuando en una de sus exposiciones vimos el asomo de lágrimas en los ojos de una mujer, que detenidamente contemplaba el lienzo denominado “Maternidad”, ¿qué es lo que le emociona tanto de esta pintura?, secando sus lágrimas responde, “sólo una madre lo entendería”.
Artista contemporáneo
Con más de 50 obras acumuladas se puede ver un interesante estilo dentro de lo figurativo y el realismo en los paisajes, la silueta humana y la naturaleza muerta, todo ello al óleo. Aunque hace un par de años el artista incursionó con los tonos pasteles que le brindan excelentes resultados en el despliegue de colores.
Sus obras de naturaleza muerta, ponen en evidencia una faceta de descubrimiento en el artista que explota la posibilidad de la técnica de luz, sombras y volumen para conferir a sus pinturas un aspecto natural, aunque según asegura encontrar la expresión en la figura humana es mucho más satisfactorio para él.
“La naturaleza muerta hay que saberla preparar, también encontrar su atractivo, muchos o todos los artistas pasan por este tema, aunque también es una cuestión de gusto e inclinación. Por otra parte la figura humana es algo muy pretendido por muchos artistas, el lograr la figura humana es muy difícil, saberla trabajar bien es un punto muy alto o una gran satisfacción para quien hace pintura”, comenta.
El hecho de pintar la piel puede ser un desafío muy grande que implica un reto para encontrar gestos, vejez, ternura, “el mirar la piel y encontrar tantos colores, a los ojos del artista es enriquecedor, es más mágico y difícil para muchos, lograr una mirada expresiva es parte de la satisfacción que siento”, añade.
Tarija inspira
Desde el momento en que decidió entregarse de lleno a su vocación artística, Jhonny Ponce de León realizó una serie de exposiciones en la Casa de la Cultura, además hizo llegar sus trabajos a diferentes muestras de arte en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Sucre, Potosí y Oruro.
“Me siento bien ante los resultados, pues la gente está valorando mi trabajo y recibo interesantes críticas que me permiten ir mejorando, éstas son recompensas que van más allá de lo económico. Para ser un artista, no sólo se necesita una habilidad sino hasta un contacto más espiritual, profundo con lo que nos rodea y trabajar en tu propia sensibilidad”, explica.
“Toda Tarija es una inspiración”, asegura el artista que encuentra en la ciudad el color de los paisajes y el contraste del valle, altiplano y la región del Chaco, descubriendo colorido en el campo, en las fiestas típicas, en la diversidad de los citadinos y campesinos que conviven diariamente. Si bien la parte positiva de la vida es lo que más aborda en sus temas, Ponce de León asegura que no toma un tema como algo principal y recurrente, debido a que se encuentra una rica variedad que puede ser plasmada en lienzo y aún la tristeza de lo gris del paisaje en un día lluvioso puede llegar a ser hermoso para los que quieran verlo de esa manera.
Retos del arte como oficio
Como cualquier artista que comienza, Ponce de León, entiende que no podría vivir sólo del arte, es por eso que requiere de otros oficios para solventar esta actividad que es la que realmente le gusta. Licenciado en la Carrera de psicología de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho, se desempeñó como docente pero trabajó más en la parte de comunicación y extensión universitaria, si bien la psicología podría ser la explicación del porqué le resulta tan fácil plasmar en sus lienzos la expresión interna de una persona, considera que en realidad se trata de tener la sensibilidad de poder tocar el alma, ya que la psicología en sí es una ciencia mucho más fría.
“El arte es cultura, la cultura hace crecer a los pueblos”, asegura el artista. “No tuve tropiezos en esto de la pintura, me puse tiempos que fui cumpliendo para realizar los trabajos que he querido, sin embargo una de las dificultades que encuentro en el arte es la falta de apreciación que tiene la gente, no hay la costumbre de apreciar un cuadro, muchas veces se prefiere poner un almanaque en la pared y no un óleo verdadero que tiene mucho más valor que una Mona Lisa en foto”, lamentó el artista.
Planes y proyectos
“Me enamoro de cada cuadro que hago, encontrarme en esa etapa de inspiración hace que me olvide hasta de comer por pintar, te involucras con tus pinturas y vas descubriéndote, incluso revisando todos aquellos elementos que te hacen humano en tus pensamientos, sentimientos y tus formas de ser. Tus conflictos internos brotan al hacer una pintura y cuando terminas un cuadro resultas muy enamorado de eso, tal vez ahí la dificultad de vender las obras es como perder algo muy preciado”, comenta.
Ponce de León se describe como una persona muy sensible, atenta y expectante a todo lo que pasa en su entorno, pero como artista aún en proceso de aprendizaje, se reconoce como un adicto a esa tranquilidad que es próxima a la felicidad, que aviva sus sentimientos cuando va descubriendo las posibilidades que implican el crear un cuadro.
“Por el momento pienso en realizar exposiciones individuales en todo el país, porque se presentan oportunidades y uno las aprovecha. Mi objetivo es llegar a todo el país con la muestra de mi trabajo”, concluye.
El talento del artista
EXPRESADO EN SUS OBRAS
La figura humana
Su principal placer en el arte es retratar la figura humana. “El hecho de pintar la piel puede ser un desafío muy grande que implica un reto para encontrar gestos, vejez, ternura”, afirma.
Su talento
El artista descubrió su habilidad a sus 18 años, “posiblemente la lleva en los genes, pues se sabe que un pariente por parte de su padre era artista”, explican sus familiares.
La técnica
Posee un estilo dentro de lo figurativo y el realismo en los paisajes, la silueta humana y la naturaleza muerta, todo ello al óleo. Aunque hace un par de años el artista incursionó con los tonos pasteles.
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