ICONO | ES SIN DUDA UNO DE LOS PERSONAJES MÁS QUERIDOS DE LOS ESCENARIOS DE BOLIVIA. POCO A POCO SE RECUPERA DE UN ACCIDENTE QUE CASI LE CUESTA LA VIDA.
Los regala, para esta entrevista, sus primeros pasos sin ayuda. No es poca cosa. Acaba de salir de un episodio que casi termina en tragedia y que hasta ahora tiene preocupados y atentos a todos los que lo admiran y que siguen su carrera artística de tantas décadas. Casi 6.
David Santalla Estrella sufrió el 1 de abril, un accidente cerebro vascular que obligó a los médicos del Hospital Arco Iris a tenerlo en coma inducido por 22 días.
Sus primeras palabras, tras despertar de ese largo sueño obligado, fueron: “Hay que comprar esta sala para que pueda venir a curarse más gente”.
Generoso, un poco cascarrabias, pero siempre en busca del humor como premisa de vida, David Santalla recibió a OH!., para contarnos cómo ha sido este momento crucial en su vida y para compartir el optimismo que tiene de seguir muchos años más sobre las tablas.
OH!: Antes del grave episodio de salud que sufrió, ¿Se había sentido mal?
Antes me sentí muy resfriado, tuve algunos problemas de salud, pero tuve que levantarme porque tenía unos compromisos de trabajo y debía cumplir con algunas actuaciones. Tuve que viajar a Estados Unidos y allí hacia muchísimo frío, casi 20° bajo cero y mi organismo no estaba acostumbrado; allí la gente no vive, sobrevive. Yo digo que el primer mundo es donde nosotros vivimos nuestra propia realidad, y que el otro es un submundo donde hay que sobrevivir nada más. El frío me hizo muy mal, pero seguimos actuando y cuando volví a Bolivia caí de nuevo resfriado. Sin embargo, cuando ya pensé que se había pasado, de pronto perdí el conocimiento. No sé, no tengo muchos recuerdos, incluso estuve divagando, seguramente ya había algún problema del derrame, algún cortocircuito, incluso pensé que era mío el juzgado donde Bolivia estaba reclamando el mar.
Después me desayuné con la noticia de que había estado con respiración artificial y de que casi me voy. Incluso hacía bromas cuando volví, decía que no había entrado al cielo porque no tenía mis papeles y que, acostumbrado a que nos maltraten como artistas, no me habían aceptado porque no tenía seguro.
OH!: ¿Recuerda algo de cuando estuvo en coma o fue un sueño muy largo?
Ha sido como un sueño, dice que me hablaban y yo simplemente contestaba. Hay partes que todavía quedan, pero como en una bruma. Estuve en coma inducido para que no se produzcan vacíos permanentes y cuando recuperé no podía mover ni un dedo, tuve que empezar de nuevo. Ahora vivo con mi hijo, ayudado por mis hijas. Antes de todo esto estaba pensando mudarme a otra casa y tenía varios planes, pero todo cambió.
OH!: Cuando se despertó y vio que no podía moverse, ¿qué fue lo primero que sintió?
Cuando entré en conciencia lo único que decía era que tenemos que hacer una ley para que las personas que sufren de alguna discapacidad, alguna parálisis, sean consideradas minusválidas y les lleguen a todos los beneficios de la atención respectiva, y que tiene que crecer la ley de protección a esas personas porque nos olvidamos de quienes necesitan esa ayuda. Muchos estamos normales y vemos que alguien está sufriendo para moverse, pero ni se nos ocurre acercarnos para intentar ayudar, hemos perdido la conciencia. Ser ciego acá en La Paz, o en cualquier ciudad del país, es un martirio, y la gente es tan soberbia e indiferente que ni siquiera se toma la molestia de amagar una ayuda. Hemos perdido el sentido de humanidad. Todo eso lo he criticado desde el principio.
OH!: Luego de toda esta experiencia ¿Qué piensa de la eutanasia?
Pienso que la eutanasia es torpe. Yo soy una persona muy creyente. Hallo que es torpe porque todavía el cuerpo puede dar, incluso cerebralmente uno puede seguir vivo y puede seguir dictando sus ideas. Claro, hay gente que ya no tiene remedio y si esa gente quiere irse, pues allá ella.
OH!: ¿Qué cree que habría quedado como un punto pendiente muy importante en su vida si no hubiese podido superar este episodio?
Tenía pena de no haber terminado mis trabajos. Tengo un montón de ideas. En un momento de lucidez les dije a mis hijos que se fijaran en mis apuntes para que vean de arreglarlos poco y que se publiquen.
OH!: ¿No ha sentido en algún momento un poco de bronca de que haya tenido que pasar algo así para que todos vengan a visitarlo y de alguna manera reaccionen?
No me he dado cuenta. Me dijeron que hubo todo un movimiento de gente a mi alrededor, pero yo no me daba cuenta. Eso sí, me han puesto en deuda con ellos porque esa preocupación se ha convertido en energía y esa energía ayuda. Somos seres que nos movemos por energía, la transmitimos, los que no creen en eso allá ellos, pero yo sí creo. Somos seres que nos movilizamos por energía, y esa energía la hemos llamado Dios, la hemos llamado fe, y yo la he sentido. Da una especie de ánimo para seguir adelante, pero no pensé que se terminaba, tampoco sentí conformismo, no pensé en decir “Dios toma mi vida”.
OH!: ¿Se acuerda qué ha sido lo primero que vio cuando despertó?
Es como un sueño, no hay tiempo; lo que pasó con lo que ocurre ahora parece que se junta y ese lapso en el que estuve dormido pareciera que no existe. Lo que me acuerdo es que estaba siguiendo a un grupo de gente que entraba a un aula que tenía una tarima adelante y que alguien estaba parado ahí. Yo estaba detrás y preguntaba "antes de ir quiero saber cómo es Dios, quiero conocerlo, no puedo ir sin conocerlo” y la persona que estaba delante se daba la vuelta y me decía "Shhh, Dios sabe lo que hace", pero yo no quería seguir sino me explicaban, de eso me acuerdo.
OH!: ¿Cómo lo han atendido en el hospital? ¿Cómo está siendo su recuperación?
Muy bien, realmente han tenido una paciencia única, en todo. Ahora tengo que hacer fisioterapia muscular y jugar con la memoria, pero me acuerdo, tengo algunas confusiones que quedan por ahí, pero sí, ha sido un milagro.
OH!: ¿Qué cree Usted que ha aprendido de esta experiencia?
Primero a tener paciencia, a ser un buen enfermo, porque el mal enfermo no se cura, altera todo. Hay que saber esperar y tener paciencia con quienes lo atienden a uno, y las cosas se van dando poco a poco.
OH!: ¿Hay algún proyecto que se cambie, se acelere o se retrase por este hecho?
Espero poder entrar en cine, tengo un argumento que quiero transformar en guión, pero no quiero contar mucho porque Bolivia es un país que no tiene mar pero sí tiene piratas. Pero te adelanto, se trata de un grupo de artistas y sus vicisitudes y problemas, ya tengo bastante avanzado el guión. Tengo que ver los costos, sin embargo vale la pena el esfuerzo porque habla de Bolivia, de la crisis moral que existe en los actores, en el público y en una puesta en escena. Yo seré el director artístico, la parte cinematográfica tiene que hacerla un especialista.
OH!: Al respecto, ¿Cómo cubriría esos papeles con los actores que hay ahora?
Existen buenos actores, hay talentos, lo que tienen es una mala formación porque no tienen música al hablar: son muy parejos, pareciera que no se oyen así mismos.
Cuando yo tenía la escuela lo primero que les pedía a los alumnos era que aprendan un poco de música, porque la música nos hace tener memoria auditiva.
OH!: ¿Cuál es el secreto que tiene David Santalla para mantenerse vigente a través de las generaciones?
Hay que leer bastante, empaparse de todo, y lo bueno es que tengo más o menos 67 personajes, y todos ellos son de diferentes estratos y edades, así que cada uno encaja en la época que quiero.
OH!: Esos personajes que se han hecho famosos, la Abuela, la Imilla Salustiana, ¿Son los que Usted más quiere?
Hay uno que yo quería poder encarar que era Tato, el bachiller. Era una sátira a los bachilleres porque aquí en Bolivia debe ser el único país donde los padres hacen huelga porque su hijo se aplazó, y eso a mí me parece escandaloso. En vez de decir "Vago agarra un libro", el papá se va a bloquear la puerta de la escuela.
Era poco drástico lo que hacía el personaje, pero era cómico porque era un mimadito de papá. Otro personaje era el tirasaco de la oficina, el rey chico, ese jefe que apenas entra al cargo y ya está cambiando los muebles por pura apariencia. Esos personajes no son tan conocidos, no ha habido tiempo porque la gente quería a los otros.
OH!: ¿Cree que la gente quiere más a esos personajes porque son más fáciles de entender?
Sí, tal vez son más identificables. La gente se identifica con los personajes, y estos otros a veces no los conocen.
OH!: ¿Cómo hace David Santalla para mantenerse inspirado, para mantener el humor, para ver ese humor en cosas que para otros son desgracias?
Ahí se busca el absurdo. Si a alguien lo han atropellado y viene otro y le pregunta “¿Cómo está?” la respuesta es “atropellado pues”. Había un chiste de una señora que se cae a un hueco y viene un borrachito y le dice "¿Se ha caído?" y la señora le contesta "No idiota, vivo aquí".
Es cierto que ha habido momentos en los que estaba deprimido y he tenido que hacer humor, pero hay que hacer de tripas corazón, y ahí sirve la experiencia de casi 60 años de trabajo.
OH!: Hablando de dónde conseguir el humor y de las cosas cotidianas, ¿Cómo ve a nuestro país hoy?
La sociedad boliviana se debate en un problema: o eres del partido o no eres del partido, o tienes pega o no tienes pega.
Hay mucho partidismo. Si eres amigo de fulano, ya eres enemigo de mengano y ni siquiera lo conoces y no tienes por qué ser su enemigo, pero es así: o estás conmigo o estás contra mí. Y eso nos frena.
OH!: ¿Y qué pasa en el caso de los artistas?
No se unen, lamentablemente viven el momento, son más hippies que el hippie, no hay una programación para un futuro. Hay entidades, algunas voluntades, pero no hay voluntad personal. Por ejemplo el hecho de pagar por los derechos de autor, ¿Acaso no es justo que si alguien ha tenido una idea y esa idea me ha servido a mí en el escenario para ganar plata yo tenga que pagarle a esa persona? Tengo que pagar los derechos de autor para que el autor siga viviendo de eso, pero los derechos de autor no los cumplen ni los propios artistas.
OH!: ¿Qué ha sentido cuando estaba caminando en la calle y ha visto películas como "Mi socio" pirateadas?
Impotencia, y complicidad de parte de las autoridades con lo negativo, con lo que está fuera de la ley ¿Qué puedo hacer? Si tu enemigo es más poderoso, arrímate a tu enemigo, y así que tenido que recurrir a los informales para conseguir películas de las que yo he hecho. Es uno de los problemas principales en Bolivia, el contrabando y la piratería han matado la industria porque la gente busca lo barato y no la calidad. Las autoridades son cómplices de la piratería mientras ellos no la combatan. A mi criterio están apañando este delito, dicho en palabras más técnicas y populares, están alcahueteando, que no es mala palabra, es tapar algo. Lo que podría hacerse es que se combata la piratería y que los piratas queden de acuerdo con los actores y los autores para decir "Bueno señores, vamos a vender barato, pero ustedes van a ganar, no mucho, pero nos repartiremos las ganancias", entonces uno dice bueno, por lo menos recibo algo, pero no tenemos ni seguro social.
OH!: Sobre ese tema le iba a preguntar. Usted quiere hacer un movimiento a favor del seguro social para los artistas, ¿Cómo va eso?
Ha sido y es mi lucha, pero he sido incomprendido. Yo no tengo seguro social después de tantos años de trabajo. Hay un dicho, quizá un poco feíto, pero estoy más largado que pedo de albañil. Para los artistas no hay nada y es por culpa de los propios artistas, se lucha por los derechos, pero ellos se hacen de la vista gorda y piensan “total estoy en la oficina y no necesito ser artista”, en cambio hay artistas que viven 100% del arte y esos sí se ven afectados.
OH!: ¿Qué prioridades han cambiado en su vida después de este accidente que ha tenido?
Me he dado cuenta que tengo que apresurar algunas cosas, terminar de escribir mis libros porque es lo único que puede quedar plasmado, y mis muñecos.
Tengo muñecos que estamos mandando a hacer, son muñecos de los personajes que he creado y la idea es venderlos, darlos como premios, etc. Y es que aunque no tengo nada contra el Chavo o contra el Chapulín, nos enajenamos con lo de afuera y no aceptamos lo nuestro como bueno, nos hemos acostumbrado a pensar que lo extranjero es mejor, ni la historia nacional la leemos bien, más sabemos de la Revolución Francesa que de nuestras propias reivindicaciones. No sabemos mucho de lo nuestro y es uno de los pecados que tenemos. La gente no sabe, no nos compenetramos.
OH!: ¿El humor va cambiando o es uno solo? ¿Cómo hace Usted para adaptarse a esa dinámica?
Realmente no sé, es como un salero. No quiero que me juzguen mal, pero la genialidad viene innata. Yo creo que es algo con lo que se nace el poder agarrar las cosas y darles la vuelta, volverse arbitrario, jugar con los valores. Junta lo lógico con lo ilógico y te va a salir algo chistoso.
OH!: ¿Alguna vez ha visto el humor como un arma de defensa en su vida?
Sí. Me ha servido mucho. Cuando era chico yo no tenía amigos, vivía muy aislado, y con el humor he logrado ganar amigos, entre chiste y chiste hay un acercamiento.
OH!: ¿Qué les aconsejaría a los artistas que están empezando?
No sé si el arte va a ser su solución, pero sí se dedican a él que lo hagan 100% , nada de memoria, es de adentro que sale, de lo que en aymara le llaman “chuyma”, corazón, ganas de ser, optimismo. Incluso para hacer drama hay que estar pleno, feliz, ahí viene toda la energía. Si uno está infeliz, el humor le va a salir infeliz.
OH!: ¿Es más fácil hacer humor o drama?
Dicen que es más difícil hacer humor y no quiero tocar ese otro ambiente de los que hacen drama, porque yo por ejemplo hago poesía y me sale dramática, por eso no he hecho mucha poesía y tardo cualquier cantidad, en cambio el humor me sale más fácil, pero creo que depende del espíritu de la persona.
OH!: Si Usted tuviera que presentar a David Santalla ¿Qué diría de él?
Hay un contraste, hay ratos que digo "ya, se terminó, es el final", pero después uno le busca el chiste y eso lo hace a uno variar. Es decir, tiene que haber optimismo. Yo soy más leal que un perro y cuando he sido desleal me ha salido el tiro por la culata: la vida me ha enseñado cosas muy tristes por darle la espalda a alguien porque a veces uno tiene errores. El mío ha sido confiar mucho en los amigos, darme entero, pero quizás eso sea una cualidad, el confiar, porque desconfiar también es un error, ser equilibrado es la cualidad que quisiera tener siempre.
OH!: ¿Hace meditación? ¿Algún tipo de relajación?
Cuando estaba en gimnasia hacíamos un poco de yudo, algo de artes marciales, y teníamos un instructor que nos hacía pensar que lo que hacíamos no era para dañar a un enemigo sino que era una técnica para resistir, no debo atacar y eso sirve. Hay que buscar el equilibrio. Antes de decir algo hay que pensar ¿esto que digo va a herir a quiénes?, así que mejor no lo digo porque no tengo por qué herir. Hay que saber frenarse interiormente, eso es muy importante. Por la boca pasan cosas sabias, pero también cosas diabólicas.
OH!: ¿Cuál es el mayor defecto que tiene David Santalla?
Soy un poquito desordenado, acumulo demasiado y he sido cascarrabias, pero ya no.
OH!: ¿Y cuál es su mayor virtud?
Ganas de ser. Esperanza. Tengo mucha esperanza, tengo fe en lo que puedo hacer.
OH!: ¿Qué cree que es lo mejor que les ha enseñado a sus hijos?
Los he maleducado. Este caballero por ejemplo (señala a su hijo Yúngaro) ha dejado la Universidad y es artista. Tiene un estilo propio, pero creo que ha descubierto en sí mismo su riqueza. A Claudia casi la he obligado a estudiar ecología porque le he metido en la cabeza la idea de que este mundo lo estamos carcomiendo y lo estamos transformando en un deshecho orgánico y por eso ella es ingeniera en medio ambiente. A mi otra hija, María Victoria, le metido en la cabeza la lealtad, el valor de la amistad.
OH!: ¿Qué es lo que más le molesta a David Santalla?
Que me imiten. Que me imiten deslealmente. Y que me mientan, si me mienten se acabó, pero hay pocas cosas que me hacen sentir mal.
OH!: ¿Y que lo hace sentir bien?
Justamente que les vaya bien a los otros, realmente sentir que he conseguido con algunos cuantos consejos, con algunas de herramientas, que suban al escenario y les vaya bien. Y otra cosa que me hace sentir bien es el flan casero.
OH!: Si tuviera que escoger el momento más importante de su vida ¿Cuál ha sido?
Este, porque me permite aprovechar un poco el tiempo. Me he fijado que el tiempo ya no lo puedo contar hasta el final y que no sé cuándo vendrá ese final. Tengo que aprovechar, es muy importante eso. Y otro cuando he sido padre de cada uno de mis hijos, lo he vivido en cada instante.
"Decía que no había entrado al cielo porque no tenía mis papeles y, acostumbrado a que nos maltraten como artistas, no me habían aceptado porque no tenía seguro"
"En Bolivia, el contrabando y la piratería han matado la industria porque la gente busca lo barato y no la calidad. Las autoridades son cómplices de la piratería mientras no la combatan"
"somos seres que nos movilizamos por energía, y esa energía la hemos llamado Dios, la hemos llamado fe, y yo la he sentido. No pensé que se terminaba, tampoco sentí conformismo"
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