sábado, 10 de septiembre de 2011

En homenaje al maestro Raúl Lara, de 1952 a 2011

La exhibición recoge desde la primera acuarela del artista hasta una obra inconclusa de este año.

La retrospectiva del recientemente fallecido artista Raúl Lara fue presentada el jueves por la noche en el Museo Tambo Quirquincho, ubicado en la plaza Alonso de Mendoza. La inauguración estuvo al cargo de representantes de la Oficialía Mayor de Culturas (OMC) del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, amigos cercanos y familiares del pintor.
La muestra contó con 84 obras que fueron seleccionadas por la familia de Lara para el mencionado homenaje.
Palabras de bienvenida. Primeramente tomó la palabra la directora de Espacios Culturales de la OMC, Ximena Rodríguez, quien recordó a los presentes la trayectoria del pintor, ganador del Premio Obra de Vida del año pasado.
Le siguió el también artista Gustavo Lara. “Me imagino que está físicamente aquí”, dijo, al evocar su nombre y al hablar acerca de la vida de su hermano. Contó una anécdota ocurrida en Buenos Aires, cuando Raúl había ganado un concurso a muy corta edad.
Prosiguió Lidia viuda de Lara, quien leyó una de las últimas semblanzas de su esposo, cuyas palabras referidas a ella, en varios momentos, la emocionaron.
Un amigo personal se dirigió al estrado, Luis Ramiro Beltrán, quien definió como “querellante y bondadoso” a Raúl Lara. Finalmente dieron por inaugurada la muestra la presidenta del Concejo Municipal de La Paz, Gabriela Niño de Guzmán, y el oficial Mayor de Culturas, Wálter Gómez Méndez.
la esencia de raúl lara. La muestra es una colección de gran valor, ya que, según la familia, Raúl Lara cuenta con casi mil dibujos en su haber. Los familiares fueron cuidadosos al momento de escoger las 84 piezas para la exposición, por lo que un gran número de ellas tuvo que quedar fuera.

84 obras en total son las que permanecerán en exhibición hasta el 2 de octubre en el Museo Tambo Quirquincho.

En palabras de quienes conocieron no sólo al artista, sino también al humano. “Nadie pinta, pintó, ni pintará como él”, aseguró Luis Ramiro Beltrán. Éste define a la técnica de su amigo como “una combinación de la realidad con la fantasía que tiene implicaciones mágicas, salidas de sus raíces orureñas”. Gustavo Lara destaca “su entrega al mundo suburbano de nuestra ciudad”, así como también su capacidad de ver “lo que está detrás de lo aparente. El hombre sin contradicciones, pero llevado a la imagen plástica”. No tuvo reparo en decir que imaginaba que su hermano escuchaba sus palabras.
El oficial mayor de culturas. Wálter Gómez reconoció que Raúl Lara merecía un justo homenaje. “Fue un meritorio artista de la plástica nacional, forjador de generaciones. Nadie como él para pintar los sueños y colores de nuestra gente”, sostuvo la autoridad.



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