“No acabo de creerlo. No sé lo que siento porque no me esperaba ganar. No sé cómo lo he hecho, yo simplemente bailé”, contaba Condori sin perder la sonrisa y aferrándose a su trofeo. El bailarín se enfrentó el sábado a otros 15 representantes nacionales y pasó a la ronda clasificatoria latinoamericana que se realizará el 30 de julio en Salvador de Bahía (Brasil).
La noche de la contienda, Condori cumplió 28 años de vida y los celebró dando rienda suelta a una de sus grandes pasiones: bailar.
“Para mí, ha sido el ganador porque nunca ha perdido su personalidad. Todos los demás se enfrentaban, pero él nunca perdió la sonrisa, como si estuviera disfrutando de lo que hace”, expresó B-boy Cico (Italia), uno de los miembros internacionales del jurado traído especialmente para el evento en la urbe paceña.
Conocido en el ámbito local como B-boy Ninja, Condori comenzó la pelea “uno-contra-uno” con el cochabambino Guffer, que cayó por unanimidad de los jueces. Después, obtuvo la victoria frente a Lil Camil. Vencer a Break Nan le catapultó directo a la final en la que combatió a Sants. Tras la deliberación del jurado, Condori fue declarado ganador.
En julio se enfrentará a sus pares de Chile, Perú, Brasil y otros países.
Pasión. Condori tenía 14 años cuando vio por primera vez bailar breakdance. “Recuerdo, creo, era una película en Canal 7. Sucedía en una fiesta de afroamericanos y se ve unos tres minutos de breakdance en toda la fiesta. Me quedé shockeado. No sabía ni qué era, así que me puse a investigar, estuve buscando y creo que el break me encontró más que yo a él”, explicó el joven bailarín.
A los 17 ó 18 años, comenzó a dedicarse en serio al género. “Ser un B-boy es una filosofía de vida. Es una cultura y un estilo; una vez B-boy, siempre seré B-boy”. De ganar la ronda latinoamericana, Ninja pasará a la final en San Petersburgo (Rusia).
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