La segunda Expo de Origami, que se inauguró ayer en la Casa de la Cultura, rinde homenaje a los damnificados de Japón, según explicó Nicolás Delgado, organizador de la Sociedad Boliviana de Origami.
“Estamos habilitando un espacio de solidaridad con la tragedia que ha sufrido el pueblo japonés”, explica Delgado, quien señala que se ha invitado a los miembros de su institución y al público en general a crear figuras de papel, en especial palomas, para estructurar una cortina dedicada a Japón.
Delgado señala también que la exposición está dedicada a la memoria del maestro japonés Akira Yoshizawa.
Arte y medio ambiente
Los más de mil trabajos que se exhiben en la Expo de Origami fueron realizados por jóvenes y adultos de entre ocho y 60 años. “No hay límite de edades para crear un origami”, dice Delgado, quien destaca que su institución trabaja tanto con niños de etapa preescolar, como con personas de las tercera edad.
“Es una terapia para el estrés y los nervios; es un arte muy positivo para la salud metal”, agrega.
Otra de las características de la Sociedad Boliviana de Origami es que en la mayoría de sus creaciones y figuras, se utilizan materiales de reciclaje .
La exposición se armó en tres salas donde se instalaron maquetas acerca de la arquitectura japonesa con especial referencia al emperador japonés, pues incluso se armó un castillo de dos metros. En otros ambientes se destacan diseños de máscaras, vehículos, accesorios de moda, juguetes, modulares, dinosaurios e insectos, entre otros.
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