Cuatro meses atrás Roberto Mamani inició la creación de su obra más ambiciosa. La elaboración de14 murales pintados sobre la fachada de siete edificios del condominio Wiphala de la zona Mercedario de El Alto.
Hoy, esos bloques grises de cemento que le sirvieron de lienzos, lucen sus coloridos dibujos y el artista no esconde su alegría y entusiasmo.
“Nos faltan solo pequeños detalles, pero ya atrae a muchos turistas y parejas de novios que vienen a fotografiarse delante de los edificios”, cuenta vía teléfono Mamani Mamani, que además espera que esta obra monumental ingrese en el libro de récord Guinness, como “el mural más grande del mundo”
El condominio Wiphala es un proyecto de vivienda social impulsado por la Agencia Estatal de Vivienda (AEVI) que permitirá a personas de escasos recursos habitar más de 300 departamentos en los10.000 metros cuadrados que abarcan los siete edificios.
Fue precisamente el carácter social de la obra lo que dice el artista que lo animó a involucrarse en el proyecto.
Para llevarlo a cabo formó un equipo de 40 personas, siete de ellos muralistas que incluso vinieron de Argentina.
“Cada edificio tiene un color diferente y asociamos una figura con cada color. Por ejemplo, el verde con una imagen de la Pachamama, el lila con la de un amauta y así con otros personajes de una comunidad, por eso es que al conjunto mural lo llamé Comunidad Wiphala”, explica Mamani Mamani, que considera que al intervenir de esta manera los espacios abiertos se contribuye a una reafirmación de la identidad, ya que la gente ve y convive con expresiones de su cultura
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