domingo, 6 de noviembre de 2011

Un pequeño “Mozart” de origen boliviano deslumbra en EEUU

La profesora Bella Oster ha descrito al niño Óscar Paz Suaznábar como un "niño prodigio", que a sus cinco años es capaz de interpretar "Fantasía" de Federico Chopin, una pieza clásica que sólo los consumados pianistas pueden tocarla.

El niño es americano-boliviano, hijo de un guatemalteco que se gana la vida en un restaurante de comida rápida en el estado de Virginia, mientras que su madre, una ciudadana boliviana, cuida niños pequeños en su casa.

El semanario "El Tiempo Latino", propiedad de "The Washington Post", descubrió a Óscar. En su primera plana de la edición de esta semana, el periódico tituló a toda página: "Un pequeño Mozart latino", haciéndose eco de las declaraciones de Oster, una maestra de piano que trabaja en la enseñanza musical durante 42 años.

"Su capacidad intelectual, de memoria y de interpretación son extremadamente avanzadas para su edad", declaró la maestra que dijo que nunca en su dilatada carrera docente encontró semejante talento infantil.

Óscar recibe clases de piano en European Academy of Music and Art desde hace un año, después que su madre descubriese por casualidad el talento del pequeño, quien un buen día tocó "Los pollitos dicen" en el piano de la escuela pública a la que asiste su hermana.

Karina Suaznábar declaró que cuando vio a Óscar sentado en el piano, sus pies apenas podían alcanzar los pedales y sus pequeños dedos con dificultad pulsaban el teclado. Sin embargo, la canción infantil sonaba a la perfección, asegura su madre que en ese instante decidió que su hijo debía recibir clases, alentada por quienes quedaron maravillados con el genio del niño.

Los Suaznábar, residentes en el condado de Alexandria en el estado de Virginia, son de limitados recursos económicos.

A pesar de esa limitación, declaró la madre, Óscar fue matriculado en la escuela musical que está localizada en el condado de Silver Spring, en el vecino estado de Maryland. El niño asiste tres veces a la semana a las clases de la maestra Oster por lo que Karina debe conducir al menos cien kilómetros de ida y regreso.

El pequeño que es consciente de su habilidad musical dijo "esto es lo que quiero hacer toda mi vida, quiero ser un gran músico".

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