Hablar de Teresa Dal Pero, es hablar de uno de los mayores valores del teatro nacional, su aporte a las tablas bolivianas no está relacionado con su nacionalidad italiana, sino con su constante trabajo artístico y de formación para jóvenes talentos en el país. Ha sido una de las co fundadoras del emblemático Teatro de Los Andes, pero actualmente sigue su propio camino, lleno de música, danza y por supuesto, teatro.
Acaba de presentar “Regreso”, un nuevo disco junto a su grupo de rock Reverso, con el que hará una gira nacional. Está dando talleres de voz en La Paz y pronto dará uno en Cochabamba en el mARTadero. Está en el grupo de Radioteatro Octáfono con el que se presentará en el Festival Internacional de Teatro de Santa Cruz (abril) y con el que preparan su nueva obra. Está en un nuevo proyecto de teatro, instalación y desarrollo personal de Andrea Ibañez. También interpretará un papel principal de la serie de televisión La entrega, un trabajo sobre trata y tráfico de personas, dirigido por Gory Patiño, que se encuentra en pleno rodaje.
En esta entrevista con Oh! María Teresa Dal Pero, nos habla de sus proyectos y trayectoria, a propósito del Día Internacional del Teatro que se celebra este 27 de marzo.
OH!: ¿Está con muchas actividades?
La verdad sí, sin embargo estoy tratando de hacer una cosa o dos máximo a la vez. Tengo otros proyectos en teatro, hay algo interesante como teatro instalación, que está bonito y estará listo en junio.
OH!: ¿Cómo fue su experiencia en el Teatro de los andes y por qué se quedó en Bolivia?
A veces las decisiones te deciden, yo estaba con muchas dudas sobre irme o no del Teatro de Los Andes, porque a la vez que necesitaba nuevas experiencias yo había co fundado ese grupo, sentía que era algo más que mi trabajo, me daba mucha cosa pensar que me iba y lo dejaba, estaba muy apegada, cuando mi amiga y colega Soledad Ardaya me propuso algo muy sabio, que era pedir un año sabático, lo propuse y me lo aceptaron y ni bien tomé esa decisión me llegó la invitación de Claudio Valdez Kuri, director del grupo mexicano de Ciertos habitantes y me llegó como anillo al dedo, me fui casi dos años a México y volví a Bolivia porque tenía un compromiso previo con Los Andes y quizás de no ser por ese compromiso me hubiera quedado en México, pero cuando volví a Bolivia, terminé decidiendo que quería hacer mi camino a parte de los Andes y que esa aventura tan compleja e importante se había terminado, sin invalidar todos esos años de compromiso. A partir de ahí fue todo muy sencillo y fluido, en mi cabeza estaba que iba a regresar a México pero me quedé en Bolivia para concretar unos sueños que tenía por ahí como un quinteto de voces con mujeres que terminó siendo Vozabierta, también la banda de rock Reverso y comencé a trabajar como actriz, cantante invitada en proyectos de otros grupos y directores y me fui quedando.
OH!: ¿Nunca más pensó en irse de Bolivia?
Yo creo que hay pros y contras en cada país y en cada situación, es verdad que aquí recién se está comenzando a mover algo, a nivel institucional para impulsar el arte y la cultura, desde que se armó el Ministerio de Culturas hace unos años. Las alcaldías también están más atentas a un tema cultural y artístico, no es que no hay nada, se está armando. En compensación de esas faltas o de las cosas que no están bien pensadas ni bien organizadas, hay una posibilidad de crear que no hay tanto en otros países, hablo de los países que mejor conozco fuera de Bolivia, que son México e Italia, creo que en Bolivia los artistas logramos juntarnos aunque no haya dinero, no siempre es una buena cosa, pero la necesidad y espontaneidad creativa no siempre se ven entorpecidas por falta de dinero, sino todo lo contrario.
En otros países de no haber el mínimo de presupuesto no se puede hacer nada o incluso una vez que logran armar una obra, como no dependen de la afluencia de público, las obras se presentan muy poco, entonces en Bolivia hay muchas falencias pero también se logran muchas cosas. Por otro lado, es evidente que hace falta un apoyo institucional, a mí siempre me hace ruido hablar de arte e instituciones, porque el arte nunca puede ponerse al servicio de una institución y es difícil que las instituciones se pongan al servicio del arte sin pedir nada a cambio.
Hay muchos proyectos que llegan a su fin porque Bolivia está un poco aislada, hay varios grupos que logran ir por su cuenta fuera de Bolivia, pero aún no hay un corredor, ahí hace falta el apoyo de instituciones, pero sin someternos a ninguna condicionante de creación.
OH!: ¿Cómo decide en qué proyectos participar?
Por algo de empatía con las personas con las que se va a trabajar, ese es uno de los puntos importantes, porque se termina compartiendo mucho y mucho tiempo con los equipos de trabajo. Después veo si hay temáticas que me interesen y si hay desafíos actorales y artísticos, para ver si voy a poder aprender algo en esa propuesta o divertirme o si es algo nuevo para mí y que le vamos a proponer al público. Y finalmente si tengo tiempo.
OH!: ¿Cuáles son sus búsquedas artísticas?
Cuando estuve con el Teatro de Los Andes evidentemente había un discurso y habían objetivos muy claros que podían variar de obra en obra, pero había un objetivo general y entre todos construimos una poética y una ética. Al salir, he tratado de hacer lo que necesitaba y tenía ganas de hacer, quería incursionar mucho más en la parte musical y vocal, por eso cree Vozabierta y Reverso.
También trabajé en el proyecto de formación artística y desarrollo personal Wayruru, por cinco años. No lo busqué, se dio y pude dar y recibir mucho, no solo con Shilery Torrez y Yumi Tapia, con quienes hicimos el proyecto y durante el primer año también con Tania Carafa, sino también con los jóvenes que constituyeron el grupo y con los demás adolescentes con los cuales interactuamos a lo largo de las actividades realizadas. Hicimos muchas obras de danza teatro, ganamos premios, dimos muchos talleres de formación y sensibilización artística, pero más allá de eso, siento que construimos algo valioso a través de los principios implícitos al proyecto.
OH!: ¿Qué piensa del formato de grupo?
Lo interesante de un grupo es la oportunidad que te da de desarrollar un lenguaje, creo que en el teatro y en el arte en general, el “cómo” cobra mucho sentido. Esa investigación de un lenguaje en común muchas veces se logra desarrollar cuando tus compañeros de viaje son los mismos por un tiempo, no importa cuánto dure esa conformación, porque no invalida lo logrado, creo que esa es una de las características positivas de un grupo.
OH!: Hablando del panorama nacional de teatro, ¿qué piensa de los premios?
Pienso muy mal de los premios (risas). Por años he tenido un prejuicio muy grande, porque me parece que no tiene mucho sentido premiar en el arte, por otro lado hay reconocimientos que hacen bien en muchos sentidos, no solo en términos de ego y de reconocimiento a tu esfuerzo de tantos años, sino también dónde inevitablemente te coloca frente a una sociedad y a un público.
En relación a los premios nacionales, creo que sería más útil que el Ministerio (de Culturas) tenga una política cultural por donde canalizar los recursos económicos y que es mejor tener fondos concursables. Me parece que se están mezclando cosas que no quedan muy claras, normalmente un premio te lo dan, no postulas para recibirlo, se postula a fondos concursables, desde ahí me parece que está mal planteado. Para mí sigue siendo un tema muy controversial.
OH!: ¿Qué cree que le hace falta al gremio teatral?
Creo que aunque la gente de teatro tenga tantas diferencias, hace falta organizarnos frente a las instituciones. Creo que nos hace falta gente que no sea artista pero que entienda bien nuestras necesidades, como podrían serlo los gestores culturales, para trabajar en armar políticas culturales, gente que nos represente y con la que podamos dialogar para que sirva de puente entre nosotros y las instituciones.
OH!: ¿Qué piensa del nivel artístico del teatro boliviano?
Creo que hay muchas propuestas diferentes y eso es siempre lo más interesante, tener un panorama diverso y creo que hay propuestas muy nuevas en estos últimos años y siento que falta una formación diferenciada de cierto tipo y a veces cuando se institucionaliza esa formación, deja de tener su vigencia. El arte está muy relacionado a cierta rebeldía o a cocinar tus cosas desde un lugar muy personal y desinteresado, desde lo que necesitas decir y provocar o inspirar en el público, así que me cuesta un poco hablar de eso porque pienso dos cosas muy diversas a la vez.
Perfil
Teresa Dal Pero
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Teresa Dal Pero
Claudia Eid
Comenzó a hacer teatro en Italia, su país de origen, trabajó con diversos grupos allá. Llegó a Bolivia en 1992 para ser parte del Teatro de Los andes, actualmente sigue proyectos propios tanto en teatro, como en música y formación.