Una retrospectiva en homenaje a Víctor Zapana Serna es la nueva
propuesta del Museo Nacional de Arte. Con esta exposición, el
repositorio, que recientemente reabrió sus salas temporales, busca
resaltar el trabajo desarrollado por los anónimos indígenas talladores
en piedra.
"(Ellos) hicieron posible la construcción de nuestros emblemáticos
edificios Palacio Diez de Medina y Villa de París. En este sentido se ha
centrado el reconocimiento a los escultores en piedra de nuestro país
en la figura del fallecido artista Víctor Zapana Serna, uno de los
hombres que desde una vida sencilla y comprometida con el arte en
Bolivia, ha dejado un legado extraordinario”, dice la presentación de la
exposición.
Para la muestra, se tuvo el apoyo de la viuda del artista,
Juana Hannover, su hija Sofía y sus hermanas. Además, se contó con la
colaboración de los museos dependientes de los gobiernos municipales
de La Paz y El Alto.
Según la curadora de la muestra, Fátima Olivarez, de las orillas
del lago Sagrado y del pueblo de Copacabana el maestro Víctor Zapana
Serna (Copacabana 1926 - La Paz, 1997), ha dejado "un legado de
inmortalidad de su arte escultórico en piedra”. De esa manera, el
creador "ha logrado volúmenes pétreos propios del universo andino que
se funden en la esencia del hombre y la mujer indígenas en su espacio y
tiempo sagrados, develando los procesos íntimos y creativos de este gran
maestro”.
En su niñez al dejar su núcleo familiar se arriesgó a continuar
sendero para arribar a La Paz. Su primera oferta de empleo como
aparapita -gracias a un protector de uno de los tambos de la calle
Illampu-, debió ser la huella inicial de realización personal, hasta
lograr una nueva experiencia en la planta eléctrica de Zongo, para luego
cumplir tareas en la pulpería de la usina eléctrica hasta sus 17 años.
Con su hermano Martín, con quien paseaba y recorría diferentes
barrios paceños, vio el anuncio que decía "Inscripciones abiertas” en
la Academia de Bellas Artes Hernando Siles en Sopocachi. Esta frase le
dio la señal de apertura a su formación y realización artística,
habiéndose iniciado con obras bidimensionales en diferentes técnicas.
Zapana Serna recorrió junto con Marina Núñez del Prado y Emiliano
Luján el camino telúrico del movimiento escultórico de la primera y
segunda mitad del siglo XX. "Se caracterizó por transmutar el arte de
las altas clases sociales, para imponer un estilo propio y tangibilizar
que la piedra era la compañera amante de su creatividad artística”.
La muestra estará abierta hasta la primera semana de septiembre, en el patio de cristal del Museo Nacional de Arte.
Su trayectoria
- Vida El artista y escultor nació en Copacabana en 1926. Murió en La Paz en 1997.
- Carrera Estudió en la Escuela de Artes Hernando Siles (1954), donde fue alumno de Alejandro Gonzales Aramayo, se lee en el Diccionario Cultural Boliviano de Elías Blanco.
- Trabajo Fue docente de Bellas Artes y de Artes de la UMSA. Expuso su obra desde 1950. Trabajó con Flavio Machicado Viscarra en la Cantera de Comanche.
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