Lo más importante es la paciencia
Uno de los errores más frecuentes unidos a la aparición de la fotografía digital es querer disparar todo el tiempo. Utilizando esta técnica lo único que se consiguen son muchas fotos y poca calidad. La paciencia es una de las cualidades más importantes de un buen fotógrafo. Saber esperar a la captura perfecta y tomarse su tiempo para analizar los errores de las que vamos haciendo es esencial para obtener un resultado final de calidad.
Sea flexible
A veces tenemos que fotografiar en condiciones de luz cambiantes como, por ejemplo, al atardecer. Tenemos que ser flexibles y saber adaptar los ajustes de la cámara en función de la luz de cada momento del día. De esta manera, siempre que vayamos a disparar asegurarnos de variar levemente la perspectiva o los ajustes de la cámara nos asegurará tener varias opciones a la hora de editar y quedarnos con la fotografía que mejor cuente la historia que queramos transmitir.
Conocer y manejar los ajustes de la cámara
Saber manejar los ajustes de la cámara es esencial para conseguir mejores resultados en menos tiempo. Controlar valores como la apertura o el tiempo de obturación no sólo es teoría. Si bien es cierto que existen unas reglas generales, lo mejor es poner a prueba nuestra cámara para conocerla perfectamente y saber en todo momento qué valores son los que mejor resultado nos dan para cada momento. Por ejemplo, el valor máximo del ISO varía mucho según el tipo de cámara que tengamos. Los ajustes más importantes que debemos manejar son: el enfoque, la profundidad de campo y la exposición.
Escoger el objetivo correcto
No todos los objetivos sirven para todas las situaciones que nos podamos encontrar cuando tengamos una cámara en mano. Saber escoger los objetivos adecuados según lo que vayamos a fotografiar es un acierto. Utilizaremos ópticas fijas cuando tengamos condiciones de poca luz, grandes angulares para la fotografía de espacios, un objetivo macro para la fotografía de detalles o un teleobjetivo para captar objetos lejanos. De esta manera, es recomendable llevar siempre en la mochila objetivos diferentes para estar preparados ante cualquier situación.
Llevar siempre baterías y tarjetas de sobra
Esta es la regla de oro de cualquier fotógrafo. Quedarse sin batería o sin espacio en la tarjeta en medio de una sesión es un error imperdonable para cualquier fotógrafo que se precie. Hacer una copia de seguridad en un disco duro o en alguna plataforma de almacenamiento en la nube también es un muy buen consejo para no preocuparnos por el espacio disponible en nuestras tarjetas.
Potenciar la creatividad
La creatividad del “ojo del fotógrafo” es muy importante. Probar diferentes ángulos y perspectivas, sobre todo si disponemos de una cámara con pantalla abatible, es un buen consejo. No tener miedo a fotografiar en condiciones de luz intensa (mucha o poca luz) puede dar también muy buenos resultados. Por último, inspeccionar con antelación el espacio buscando perspectivas diferentes o fuera de la norma es muy importante para conseguir resultados originales.
No rendirse nunca
Hacer fotos es más difícil de lo que parece ya que hay que tener en cuenta muchas variables que cambian según la luz, la situación y la historia que queramos contar. Sin embargo no es imposible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario